El aire estaba cargado de olor a cebada y podredumbre. Charlie, un hombre curtido por el sol y la dureza del mundo, estaba sentado contra la oxidada valla, con el banjo apoyado en las rodillas. El mundo fuera de su pequeña parcela vallada era un páramo desolado, una extensiĂłn calcinada de tierra agrietada y edificios en ruinas. El Gran Colapso, como lo llamaban, habĂa desnudado el mundo, dejando tras de sĂ un paisaje cruel en el que el aire sabĂa a ceniza y miedo.
Charlie, como los demás, tuvo que valerse por sĂ mismo. Su parcela de cebada era su salvavidas, su escasa cosecha su Ăşnica protecciĂłn contra el hambre infinita que roĂa los bordes de su ser. HabĂa intentado abandonar el páramo, aventurarse y encontrar consuelo, pero los horrores que acechaban en las sombras del mundo caĂdo le obligaron a retroceder. El miedo a lo desconocido, el miedo a convertirse en otra vĂctima de los carroñeros y asaltantes que vagaban por el páramo, lo mantenĂan cautivo.
A menudo miraba la oxidada valla, cuya pintura, antaño vibrante, se desconchaba y descascarillaba, sĂmbolo de un mundo que se habĂa desvanecido en el olvido. El mundo más allá de la valla parecĂa burlarse de su existencia, un desolado recordatorio de lo que habĂa perdido. Añoraba los dĂas de su infancia, la risa de los niños y el calor de una familia, pero aquellos recuerdos se habĂan desvanecido en una bruma borrosa, un eco lejano en el paisaje desolado de su mente.
Charlie tocaba a veces su banjo, la melodĂa era un faro frágil en la vasta oscuridad del páramo. No sabĂa si alguien le escuchaba, o si su mĂşsica llegaba más allá de las paredes de su recinto, pero tocaba de todos modos, las notas un grito desesperado de esperanza en un mundo donde la esperanza se habĂa marchitado y muerto. Su mĂşsica, testamento de la resistencia del espĂritu humano, susurraba historias de resiliencia, un dĂ©bil eco de un mundo que fue, un mundo que tal vez nunca volverĂa a ver. Tocaba para sĂ mismo, para el dĂ©bil destello de esperanza en su propio corazĂłn, una llama parpadeante en la vasta oscuridad del