Es un gusto participar una vez más en los concursos promovidos y producidos por @gaborockstar, en donde nos hace viajar hacia el mundo del recuerdo. Y ahora es mucho más especial porque estamos estrenando nueva casa, con blockchain, token y plataforma nuevos, y todo gracias a la unión de la comunidad de bloggers y witnesses que hemos hecho vida aquí, y que de alguna manera contribuimos a cuidar nuestro ambiente descentralizado.
Mi CD
Poco a poco todos fuimos viviendo pequeñas transiciones de un dispositivo de audio regrabable a otro, hasta que llegamos al CD, querido por muchos, criticado por otros, con muchas virtudes pero también con muchas desventajas. Lo cierto es que este gran dispositivo vino para quedarse por mucho tiempo, o por lo menos aún falta recorrer más camino para ver surgir otras ideas en la tecnología musical para poder adquirir arte musical.
En particular ha habido un álbum musical que fue vendido en este formato que queremos enseñar, con el que descubrí el camino que quería seguir como cuatrista, mientras hallaba mi propio camino (cosa en la que aún ando). Es uno de esos discos que abren horizontes y expanden perspectivas, mostrándonos que aún se pueden hacer cosas muy interesantes en la música. Y aunque desde entonces ha habido mucho camino recorrido, y mucha historia que contar, este disco que les quiero mostrar sigue siendo un disco vigente por todas las posibilidades que nos mostraron a los que nos preocupamos por estar al día con el instrumento nacional.
Vista frontal de mi CD - Fuente Disco
Álbum musical Cuatro Arpas y un Cuatro
Esta es una de las producciones que realizó el maestro Cheo Hurtado, de quién podríamos decir que es una influencia muy importante para todos los cuatristas que nos dedicamos a, por llamarlo de una manera, música de concierto.
Este álbum musical se caracteriza por destacar el cuatro precisamente desde el lugar de acompañante de un conjunto criollo, algo ya de por sí un poco descabellado, pero posible. Una cosa que es bastante llamativa de este disco, es la colaboración de varios arpistas y bajistas de renombre, quedándonos entre las maracas y el bajo (en los primeros 3 temas) con la misma formación del Ensamble Gurrufio, es decir Ernesto Laya en las maracas, y David Peña en el contrabajo.
Al igual que seguramente le pasó a muchos cuatristas, a mi me marcó un antes y un después en la forma de concebir este instrumento, o por lo menos a partir de esa época fue comencé a entender que ya estábamos viviendo en una época en la que había que comenzar a hacer música diferente, atendiendo la necesidad de tener nuevas formas de arte en la música venezolana, aunque en ese momento no lo haya pensado de forma tan consciente como ahora lo hago.
Escuchando este disco también me sucedió que tomé la decisión para mi de ser cuatrista dedicado, y explorar el instrumento hasta donde pudiera llegar (nunca he podido coincidir con eso de hablar con carácter exclusivo de lo que le llaman modalidad cuatrista solista, ya que una línea de solo es algo que existe hace mucho tiempo antes del cuatro, y es una forma errada de llamar simplemente a lo que acostumbramos a hacer de aplicar cosas avanzadas al instrumento nacional). Y desde entonces comencé a recorrer ese camino, teniendo mis aciertos y mis desaciertos como en todo lo que hago, pero sin arrepentirme de nada.
Para el repertorio de este álbum grabaron 12 joropos de las formas musicales folcklóricas de la música criolla, los cuales fueron abordados con improvisaciones colectivas entre instrumentos, y de la mano de músicos como los arpistas Eudes Álvarez, Jose Archila, Alexis Ojeda y Carlos Metralleta Orozco, y los bajistas David Peña, Pedro Gómez, Alejandro Rodríguez, Aldemar Paz y Gustavo Carucí.
Y un detalle que quiero compartirles es la firma autografiada que me dejó Cheo Hurtado el día que tuve la oportunidad de ir a tocar con los muchachos de La Siembra del Cuatro en el concierto de los 10 años de la Siembra (la segunda foto). La razón por la que el papel de la caratula está arrugado es que fue así como lo conseguí en la discotienda donde lo compré años después (antes lo teníamos grabado por mi papá en un minidisco regrabable). Y como era el único que tenían y no sabía si lo volvería a ver después de ese día que lo ví, por eso no puse reparos en comprarlo con ese detalle.
Lo que realmente me importaba estaba en el contenido, la música para escuchar, y la caratula ya que ahí es donde está toda la información acerca de la música que se graba allí, siendo un buen material para aprender muchas cosas analizando y comparando.
Mis discos para escuchar
Mis tesoros musicales
El formato de CD es con el que he tenido una relación más larga y estrecha, por lo que prácticamente todo lo que escucho está en este formato. Escucho música por muchos motivos, el primero para lo que todo el mundo la escucha, para relajarme y sentirme bien, aunque muchas veces para esto solo me basta tocar y ya, eso depende de mis necesidades o antojos del momento.... jeje!
También la escucho para estudiar y montar temas, analizar músicos y aplicar lo que escucho al instrumento que toco, esa ha sido una de las maneras en que más he descubierto cosas por mi cuenta, y que en general he podido crecer como músico. Por eso llamo a lo que ven en esa foto mis tesoros musicales.
Si son detallistas observarán que en la mayoría de los discos son discos originales, es decir que vienen en su caratula y con toda la formalidad de un disco. Esto es porque yo soy un defensor del derecho de autor, y por eso procuro adquirir material original en la medida de mis posibilidades. El material original es el que mejor nos culturiza y nos enseña acerca de un artista o música en particular, además de que con esto recompensamos de verdad a los autores.
Mi colección de CDs
La razón del porque los tengo separados con esos listones de cartón como separadores, es que precisamente para mi estudio diario lo tengo organizados según los compendios musicales que más escucho, que como pueden notar son tres. Al derecha verán la columna de los discos de música venezolana, un poco variado de estilos.
En el medio verán mis discos de jazz, y además los tengo ordenados por épocas (según pude adquirirlos), estando arriba los discos de la época del Swing, luego los discos del Bebop, el Cool Jazz, y termino con las últimas tendencias, donde entre esos discos tengo uno realizado por un amigo que se fue a Boston hace bastantes años.
Y en la última columna algunos discos de géneros variados, porque si bien es cierto que es bastante bueno escuchar de todo, pues precisamente no todo cabe en un solo espacio, y si pudieran caber de todos modos no tendría tiempo de escucharlos todos como me gusta.
Tengo tiempo observando las siguientes tendencias para escuchar música, entre la música que encontramos en buscadores como Youtube (lo que más uso), y plataformas musicales como SoundCloud y Tunes, pero lamentablemente no me he podido integrar a esa movida por varios problemas, la señal de mi casa que casi nunca me ayuda, y que no he podido contar con capital virtual que me permita adquirir estos discos. El único dinero virtual que he podido almacenar son los criptoactivos que he obtenido con el trabajo hecho con esta gran comunidad de lectores y creadores de contenido. Pero para allá vamos!!!...
Muchas gracias @gaborockstar por todas estas iniciativas interesantes que llevas a estas plataformas sociales criptográficas, permitiéndonos aprender más sobre estos temas retro que nos invitan a hacer un inventario de todo lo que hemos crecido como personas en esta vida.
¡Saludos!
Créditos
- Portada y separadores:
Todas las fotos de la portada son del autor, a excepción de la foto de abajo. Fuente de la foto de abajo.
Edición por @juanmanuellopez1
Todas las fotos individuales son originales, tomadas con una laptop Canaima.