Desconectarse para conectarse / Disconnect to connect

Mi estimado Javier Josué Ruíz nos comparte este texto que hoy decido publicar.

Siglo XXI, tiempo de constantes avances tecnológicos, actualizaciones de equipos, evolución de los programas cibernéticos. Día a día nos encontramos en un entorno donde lo que fue útil, hoy ya mañana es obsoleto y desechable. Desde el punto de vista económico, científico e informativo, este ritmo de vida ha sido de gran provecho para el crecimiento en cada una de estas áreas; sin embargo, todo esto ha influido en que la sociedad se olvide de lo que somos por dentro.

A pesar de que muchos de los avances de la tecnología ha sido motivado a conectar a las personas a pesar de las distancias, fronteras y hasta ideales, hoy en día existe una especie de apatía en cuanto a aprovechar la tecnología para construir, fortalecer y mantener relaciones con propósito.

Las amistades cada vez son más superficiales, donde el valor de la misma radica en la cantidad de “like” que se dé a las publicaciones. Las relaciones de noviazgos carecen de fundamentos para la estabilidad, durabilidad y funcionalidad de la misma. Todo lo que importa es lo que se pueda aparentar por medio de fotos que muestran una sonrisa y un abrazo entre personas con corazones tristes y solos.

Por si fuera poco, a esto agreguémosle la situación en el seno familiar, donde las mayorías de familias están compuestas por padres, hijos, hermanos desconocidos. Todo lo que sabe de alguien es lo que publica en sus redes sociales.

Las reuniones familiares, los compartir entre amigos y las citas románticas están separadas por la gran muralla de mantenernos actualizados en las redes sociales. Nos han hecho creer que satisfacer esta necesidad superficial debe ser una prioridad, nos han dado un poder sin un control que cuide nuestra salud psicológica, espiritual y hasta física. Muchas personas pasan más tiempos viendo la pantalla de un celular o computadora que viendo a la cara a sus seres amados.

Para muchos, una de las bendiciones más grande que ocurrió fue la pandemia a nivel mundial por causa del virus chino, pues la cuarentena decretada en cada nación ha dejado al desnudo la realidad de la desconexión de las personas en nuestra sociedad a pesar de todos los equipos y redes sociales para comunicarnos y conectarnos.

Muchas familias ni siquiera fueron capaces de tolerarse al cabo de la primera semana de “encierro”, padres que apenas empezaron a darse cuenta de quienes son sus hijos en cuanto a su carácter, y al no tener prácticas de amor y comunión, el entorno en casa, en el hogar, con la familia se ha vuelto incómodo y poco agradable.

Padres que anhelan el empezar de las clases presenciales para que sus hijos se eduquen con profesionales pero extraños, antes que aprovechar el momento para educar y fortalecer su relación con ellos. Y en muchos casos la solución para lograr la tranquilidad en el hogar es regalar un teléfono de alta gama para que los hijos se entretengan y así sobrellevar el día a día en esta nueva realidad social.

Se ignora por completo el valor del tiempo de calidad con tus seres amados, conversaciones que permitan desnudar y conocer el alma de las personas para lograr una verdadera conexión, de corazón a corazón, con los tuyos, sin filtros.

El vacío en los corazones de las personas que se han conectado en ese mundo carente de amor, por lo general termina destruido y asolado, sin rumbo y propósito de vida, sin relaciones verdaderas y fructíferas, sin conexión con las personas que realmente aman.

Este tiempo es el adecuado para comprender y decidir que debemos transforma nuestra forma de relacionarnos y de invertir el tiempo para construir relaciones verdaderas. Desconectarnos de las redes sociales para conectarnos con el alma de las personas que amamos.

Superar este virus social es posible, las circunstancias están dadas, tenemos el tiempo y estamos a tiempo de transformar nuestro entorno. Una de las oportunidades que nos ofrece esta crisis mundial o situación de pandemia es la de disponer de tiempo, el cual debemos invertirlo con calidad.

Un aspecto central del tiempo de calidad es la unión. No me refiero solamente a la proximidad. Dos personas sentadas en la misma habitación están en estrecha intimidad, pero no quiere decir que estén necesariamente juntas. La unión tiene que ver con una atención completa entre los dos. Cuando un padre está sentado en el piso haciendo rodar una pelota hacia su hijo de dos años, su atención no está concentrada en la pelota sino en su hijo. Por ese breve momento están juntos. Pero, si su padre está hablando por teléfono mientras hace rodar la pelota, su atención está diluida.

Tiempo de calidad no significa que tenemos que pasar nuestros momentos juntos, contemplándonos a los ojos; significa que estamos haciendo algo juntos y que vamos a dar toda nuestra atención a la otra persona. A esto le debemos sumar conversación de calidad, esa que es un diálogo comprensivo, donde dos individuos están comunicando sus experiencias, pensamientos, sentimientos y deseos en un contexto amistoso e ininterrumpido.

Para concluir, si queremos lograr esto con eficiencia, nuestro enfoque debe estar dirigido a escuchar con atención, a sacar todas las palabras posibles de nuestros seres amados, hacerles saber y sentir que sus sentimientos, ideas, opiniones, emociones son tan importantes que podemos escucharlas sin fin de juicio, sino con el deseo de saber lo que son por dentro.

**




Disconnect to connect

My dear Javier Josué Ruíz shares with us this text that I have decided to publish today.

XXI century, time of constant technological advances, equipment upgrades, evolution of cybernetic programs. Day by day we find ourselves in an environment where what was useful today is obsolete and disposable tomorrow. From the economic, scientific and informative point of view, this rhythm of life has been of great benefit for the growth in each of these areas; however, all this has influenced society to forget what we are inside.

Although many of the advances in technology have been motivated to connect people across distances, borders and even ideals, today there is a kind of apathy about leveraging technology to build, strengthen and maintain purposeful relationships.

Friendships are becoming more and more superficial, where the value of the friendship lies in the amount of "likes" given to posts. Dating relationships lack the foundation for stability, durability and functionality. All that matters is what can be shown through photos that show a smile and a hug between people with sad and lonely hearts.

As if this were not enough, let's add to this the situation within the family, where most families are composed of parents, children, unknown siblings. All you know about someone is what they post on their social networks.

Family gatherings, sharing among friends and romantic dates are separated by the great wall of keeping us updated on social networks. We have been led to believe that satisfying this superficial need must be a priority, we have been given power without a control that takes care of our psychological, spiritual and even physical health. Many people spend more time looking at a cell phone or computer screen than looking at the face of their loved ones.

For many, one of the greatest blessings that occurred was the worldwide pandemic caused by the Chinese virus, as the quarantine decreed in each nation has exposed the reality of the disconnection of people in our society despite all the equipment and social networks to communicate and connect.

Many families were not even able to tolerate each other after the first week of "lockdown", parents who just started to realize who their children are in terms of their character, and by not having practices of love and communion, the environment at home, in the home, with the family has become uncomfortable and unpleasant.

Parents who yearn for the beginning of on-site classes for their children to be educated by professionals but strangers, rather than taking advantage of the moment to educate and strengthen their relationship with them. And in many cases the solution to achieve tranquility in the home is to give a high-end phone to entertain their children and thus cope with the day to day in this new social reality.

The value of quality time with your loved ones, conversations that allow you to undress and know the soul of people to achieve a true connection, heart to heart, with your loved ones, without filters, is completely ignored.

The emptiness in the hearts of people who have connected in that world devoid of love, usually ends up destroyed and devastated, without direction and purpose in life, without true and fruitful relationships, without connection with the people they really love.

This is the right time to understand and decide that we must transform our way of relating and investing time to build true relationships. Disconnect from social networks to connect with the soul of the people we love.

Overcoming this social virus is possible, the circumstances are given, we have the time and we are in time to transform our environment. One of the opportunities offered by this global crisis or pandemic situation is to have time, which we must invest with quality.

A central aspect of quality time is togetherness. I am not just talking about proximity. Two people sitting in the same room are in close intimacy, but it does not mean that they are necessarily together. Togetherness has to do with undivided attention between the two. When a father is sitting on the floor rolling a ball to his two-year-old son, his attention is not focused on the ball but on his son. For that brief moment they are together. But, if his father is talking on the phone while rolling the ball, his attention is diluted.

Quality time does not mean that we have to spend our moments together, gazing into each other's eyes; it means that we are doing something together and that we are going to give our full attention to the other person. To this we must add quality conversation, that which is an understanding dialogue, where two individuals are communicating their experiences, thoughts, feelings and desires in a friendly and uninterrupted context.

To conclude, if we want to achieve this efficiently, our focus must be on listening attentively, to draw out as many words as possible from our loved ones, to let them know and feel that their feelings, ideas, opinions, emotions are so important that we can listen to them without judgment, but with the desire to know what they are inside.




https://pixabay.com/es/photos/con-capucha-hombre-misterio-de-miedo-2580085/
Banner elaborado en PSD con fotos propias y logo de IAFO
Logo redes sociales
Traductor Deepl

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now