Te me Fuiste y no te Puedo llorar

Hoy te despido con honor y gloría, con dolor y tristeza, pero con mucho agradecimiento por haberme hecho a mí y a mis hermanos, hombres y mujeres de bien.

Sé que lo intentaste y que vimos cosas muy fuertes antes de tu partida, merecías mucho más de este mundo, pero no de este del que partes porque nos lo cambiaron junto con el aire, y a pesar de ello, insististe en seguir cambiándolo con tu buen ejemplo y tu eterna ayuda a los demás.

Te fuiste y no te puedo llorar por ahora. Es injusto concentrar todas mis fuerzas para reprimirme no llorar por salud, para yo no descompensarme y perder el aliento que necesito para seguir haciéndote sentir orgulloso y recuperarme lo antes posible.

No estás, mami, y las lágrimas, por ahora, tampoco están cerca, no te preocupes, las guardaré para cuando me sienta con más fuerzas, para cuando te dedicaré sin disimulo el rocío que merece tu éxodo a la Gloria del Señor. Te quiero y te amo mucho.

Sé que estás más tranquila y que te reuniste con papá, el hombre de tu vida, el ser que más amaste y con quien nos criaste de forma excepcional. La envidia nos hizo quererte mucho más tiempo con nosotros, pero Dios y tú misma tenías otro plan, uno que por ahora no comprendo.

No puedo llorarte, pero quiero hacerlo y en este escrito tengo suscritas mis lágrimas saladas y dulces, mis sentires de admiración y agradecimiento, sobre todo por hacerme un ser altruista que ama a este país.

Mamá, Te Amo. Nos quedaron tantas cosas por decirnos, pero lo dicho hizo eco en mi mente que ahora quiere insistir en ser mejor persona aún para ahorrar un pedacito del nombre que me diste junto a papá con sus grandes ejemplos.

Dios te tenga en la Gloria

Semiramis Miguelina Payema de Mederico

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
42 Comments
Ecency