Yo, emocionalmente no me siento óptima por vivencias de mi niñez que no he podido superar.
Me gusta auto-percibirme como una guerrera nórdica, fuerte, que a diario lucha batallas que suele ganar y en oportunidades perder, pero nunca desiste, y su mayor enemigo es su mente.

Esta ilustración, la nombré: "La niña de las espinas", porque siempre he pensado que las rosas aunque son muy hermosas, tienen espinas para protegerse, quizás en algún momento en la creación del mundo no las tuvieron, y el ser humano, con su naturaleza egoísta solo se dedico a arrancarlas y dejarlas morir.
Entonces, estas rosas, decidieron evolucionar, aprender de ello, para así sobrevivir, con el fin de que cuando alguien viniera a por ellas, se toparan con sus espinas ocasionándole así el dolor a las personas que intenten lastimarlas por capricho.