Anoche, decidí dedicar mi tiempo a una actividad simbólica que reflejaba mi apoyo a Venezuela en un día de gran significado para el país. Con una bandera de Colombia en mano, me puse a transformar el diseño en el de Venezuela. Recorté la franja amarilla, añadí un palito y creé las estrellas en papel cuadriculado, recortándolas cuidadosamente y colocándolas en ambos lados de la bandera. Este esfuerzo, aunque simple en apariencia, representa un profundo acto de solidaridad y esperanza.

Hoy es un día crucial para Venezuela. En momentos como este, es vital que la democracia prevalezca y que se escuche la voz del pueblo. La situación política y social del país ha sido difícil durante años, y es imperativo que hoy se produzca un cambio significativo. Como país hermano, compartimos una conexión especial con Venezuela, y mi deseo más sincero es que esta jornada marque el inicio de un nuevo capítulo lleno de esperanza y justicia.

En mi finca, donde la vida cotidiana transcurre en un entorno de trabajo y esfuerzo, he tenido el privilegio de conocer a dos jóvenes venezolanos que se han convertido en un ejemplo de perseverancia. Ellos emigraron debido a la complicada situación en Venezuela que llevó a una gran ola de inmigración. Aquí, han demostrado un compromiso admirable con sus cultivos y con el café que producen, destacándose por su trabajo arduo y su calidad.

Estos dos muchachos, cabezas de familia, han logrado adaptarse con éxito a su nueva vida en la finca, mostrando que, a pesar de las adversidades, el espíritu de trabajo y la dedicación pueden prevalecer. Su presencia no solo enriquece nuestra comunidad, sino que también nos recuerda la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos difíciles.

A través de este pequeño acto de apoyo y admiración, quiero enviar un mensaje claro: que los esfuerzos de todos los venezolanos en el extranjero no pasan desapercibidos. Hoy, mientras el país enfrenta un momento decisivo, mi esperanza es que Venezuela pueda encontrar el camino hacia una democracia más robusta y un futuro prometedor. La fortaleza y la resiliencia de su gente son una fuente de inspiración para todos nosotros.