Haciéndome cargo de mi placer sexual

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Desde que soy niña he visto cientos de películas y dibujos animados donde de alguna manera se mostraba que las mujeres teníamos que ser "conquistadas", más allá de eso también la búsqueda de un príncipe perfecto que te de todo lo que sueñas, si, ya sé que ese estereotipo ha cambiado mucho sobre todo después de los 90, sin embargo hoy no vengo a conversar de machismo o feminismo, pero si de un tema donde estos tienen mucho que ver y es nuestra independencia sexual.

Para mí, poder ser independiente sexualmente es lograr conocerme tan bien que pueda definir mis gustos, saber la forma en que disfruto más, poder decir que no o si en los momentos que sean necesarios. Así pues, muchas personas no tienen esto tan claro y esperan del otro la capacidad para que le provean el placer sexual que esperan.

Desde adolescente aprendí bien sobre mis gustos, deslastré muchas creencias erradas sobre la masturbación y la convertí en mi aliada para autoexplorarme y para poder vivir mis experiencias sexuales con otros hasta decidirlo, hacerlo porque quería y no por dejarme llevar por las hormonas.

La autoexploración y la masturbación me permitieron conocer mi cuerpo, saber que zonas eran más erógenas que otras y poder comunicarme con más libertad a la hora de un encuentro sexual.

Hablemos un poco de lo último, la comunicación. Poder comunicar lo que nos gusta no es fácil, más en las mujeres que llevamos años siendo reprimidas en nuestros deseos. Más de una vez me pasó que alguna pareja se sintió cohibido cuando era yo quien de alguna forma buscaba llevar la relación sexual o pedía algo en específico que me generara placer, esto porque de alguna manera les hacía sentir que no eran ellos los que me daban el placer y esto afectaba su masculinidad. Por esta razón lo primero que debemos entender es que nadie está allí para proporcionar ese placer, sino que somos dos buscando la forma de disfrutar el uno junto al otro con los cuerpos, y buscando conectar de la mejor forma para lograrlo.

Así que, esa independencia sexual no es más que hacerme responsable de mi placer, de poder comunicar lo que me gusta de forma libre, de conversar con el otro todas esas cosas que me permiten llegar al orgásmo de forma más fluida, y así poder disfrutar al máximo mi vida sexual.

Para ello, como ya lo dije lo principal es conocerse, autoexplorarse, pero sobre todo ser sinceros en cuanto a los gustos, preferencias e incluso fetiches. Asi, comunicándolo quitas a la otra persona la responsabilidad de "hacerte feliz" y puedes hacerla parte de tu camino de placer, y también te quitas la idea de que el otro no te satisface y puedes empezar a buscar maneras para que junto al otro consigas tener mayor placer sexual en tus encuentros.

En mi caso, siento que he logrado un nivel de transparencia en este sentido muy grande y esto me ha permitido poder expresar mi sexualidad de una forma mucho más plena, sin sentir que depende del otro mis experiencias de placer. Además, cuando logramos un nivel de comunicación en este sentido con nuestra pareja la conexión siempre es mucho más profunda y la complicidad se convierte en la base de la relación, algo que permite que la relación de pareja se fortalezca.

Mi consejo es, hazte cargo de ti y comunica eso que te hace feliz. Luego comparte tu placer y verás que es maravilloso.

Un abrazo gigante

Zully🤗

(Imágen propia)

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