El genuino asombro lo podemos encontrar en la mirada de un bebé; todo le parece maravilloso, innovador.
Esa actitud les permite absorber sin trabas la información que reciben de sus 5 sentidos; y al mismo tiempo, ser alegres sin condiciones.
Me pregunto en qué momento perdemos esa alegría por percibir el mundo que nos rodea, por sentir que en cada respiración está el alma de Dios, nutriendo al espíritu que necesita de un cuerpo mortal para permanecer en esta Tierra.
A medida que adquirimos conocimiento, comenzamos a identificarnos con este. Sentenciamos que somos lo que sabemos. Quiero que te imagines el tamaño del mundo que puede adquirir un sabio; junta todos sus títulos universitarios, sus miles de libros leídos, sus masters y postgrados; y aún así, es ínfimo al compararse con el universo infinito.
Eso quiere decir, que el secreto de los bebés, es identificarse con la ignorancia. Ya lo dijo Sócrates hace miles de años, Sólo sé que nada sé.
Cuando se adopta la actitud de "eso ya lo sé", desaparece el sentimiento del asombro. Eso es grave. Es vendarse los ojos ante un amanecer, es taponar con el cerumen de la soberbia los cantos del saber, es apagar la visión con densos nubarrones para no ver lo que el mundo tiene por ofrecer.
Sabemos que hoy salió el Sol; sí, como todos los días. No nos asombra. Incluso, hay quienes se quejan.
Pero con un eclipse solar, las cosas cambian. Es novedoso, asombroso. Nos maravilla sentirnos pequeños ante la grandeza que muestra el cielo. Reflexiona un poco y te darás cuenta que el fenómeno de ver un eclipse, es tan maravilloso como cuando miras el Sol a las 4 de la tarde.
Quienes logran identificarse con la ignorancia, pueden contemplar la maravilla de todo lo que les rodea; como si fueran bebés. Toma un lápiz, no parece asombroso si le ves con los ojos de lo que sabes, es común y corriente. Ahora, intenta descubrir lo que no sabes de él. De dónde vino, cómo lo fabricaron, sobre los 5 continentes que tuvieron que intervenir para su fabricación, sobre su historia. El insignificante lápiz, ha acompañado a los más grandes sabios de la historia para que el ser humano haya podido crear la civilización del ayer, del hoy y del mañana.
La maravilla de aprender a recuperar la capacidad de asombro es esencial para vivir con plenitud, en paz y libertad.
Por eso vemos la pasión desbordada y poco comprendida, que tiene las estrellas, sean del deporte, arte, negocios o lo que sea.
Aquel músico que ensaya durante horas y horas, aunque ya se le haya reconocido como un gran maestro virtuoso; igual pasa con las leyendas deportivas, que entrenan 4 horas más que sus compañeros, aunque tienen en su dedo el anillo del súper campeón. Ellos saben que después de escalar el Everest, la Luna les está esperando.
Limitarse a lo que sabemos, es vivir dentro de las cómodas fronteras de la zona de confort. La misma que hace que la vida sea tediosa y frustrante. Salir hacia la incertidumbre da miedo.
Amar el horizonte del saber que jamás alcanzaremos, es con lo que sueñan los bebés; he allí la flor de su alegría.
¿Sabes cuanto tiempo tomaría llenar la memoria que tiene un cerebro humano?
Se tardaría 1.500 años colmar la capacidad total del cerebro. La pregunta es, ¿Por qué tenemos tantas neuronas?
Porque tenemos a nuestro alcance el infinito mundo de la ignorancia, un vasto océano repleto del saber, de experiencias y hallazgos. Eso es emocionante, ¿Quién no va a sentir alegría y felicidad al saber que falta tantísimo por vivir y sentir?
Esa es la razón del por qué sonríen tanto los bebés.
ENGLISH
AMAZING: The Incredible Secret of Babies
Genuine amazement can be seen in a baby's eyes; everything seems wonderful, innovative.
This attitude allows them to absorb without hindrance the information they receive from their 5 senses; and at the same time, to be unconditionally joyful.
I wonder at what point do we lose that joy to perceive the world around us, to feel that in every breath is the soul of God, nourishing the spirit that needs a mortal body to remain on this Earth.
As we acquire knowledge, we begin to identify with it. We make the judgment that we are what we know. I want you to imagine the size of the world that a sage can acquire; put together all his university degrees, his thousands of books read, his masters and postgraduate degrees; and still, it is tiny compared to the infinite universe.
This means that the secret of babies is to identify with ignorance. Socrates said it thousands of years ago, I only know that I know nothing.
When the attitude of "I already know that" is adopted, the feeling of wonder disappears. That is serious. It is to blindfold oneself before a dawn, it is to block with the cerumen of pride the songs of knowledge, it is to extinguish the vision with dense clouds so as not to see what the world has to offer.
We know that today the sun rose; yes, like every day. We are not surprised. There are even those who complain.
But with a solar eclipse, things change. It is novel, astonishing. We marvel at how small we feel before the grandeur of the sky. Reflect a little and you will realize that the phenomenon of seeing an eclipse is as wonderful as when you look at the Sun at 4 o'clock in the afternoon.
Those who manage to identify with ignorance, can contemplate the wonder of all that surrounds them; as if they were babies. Take a pencil, it doesn't look amazing if you look at it with the eyes of what you know, it's ordinary. Now, try to discover what you don't know about it. Where it came from, how it was made, about the 5 continents that had to be involved in its manufacture, about its history. The insignificant pencil, has accompanied the greatest sages of history so that the human being has been able to create the civillization of yesterday, today and tomorrow.
The wonder of learning to recover the capacity for wonder is essential to live fully, in peace and freedom.
That is why we see the overflowing and little understood passion of the stars, whether in sports, art, business or whatever.
The musician who rehearses for hours and hours, although he has already been recognized as a great virtuoso master; the same happens with sports legends, who train 4 hours more than their peers, although they have on their finger the ring of the super champion. They know that after climbing Everest, the Moon is waiting for them.
To limit ourselves to what we know is to live within the comfortable boundaries of the comfort zone. The same that makes life tedious and frustrating. Stepping out into uncertainty is scary.
To love the horizon of knowing that we will never reach, is what babies dream of; therein lies the flower of their joy.
Do you know how long it would take to fill the memory that a human brain has?
It would take 1,500 years to fill the total capacity of the brain. The question would be, why do we have so many neurons?
Because we have within our reach the infinite world of ignorance, a vast ocean full of knowledge, experiences and findings. That is exciting, who will not feel joy and happiness to know that there is so much to live and feel?
That is the reason why babies smile so much.
Translated to English with DeepL Translator.