No olvidó ese primer día que llegaste a casa Tobby, eras tan solo un cachorrito necesitado de amor, estabas algo nervioso de interactuar con el ambiente, pero al verte rodeada de tantas niñas ese miedo se fue disipando rápidamente.
Mi padre se dedicaba al comercio de diferentes rubros, en su mayoría compraba y vendía plátanos, pero era muy común que las personas aprovecharán la ocasión para agarrar algunos rubros por la noche, de allí que naciera la inquietud de buscar a alguien que cuidara de la casa en general.
Fue así como llegó Tobby a nuestras vidas, mi madre nunca estuvo muy de acuerdo con su llegada a la casa, pero con algo de incertidumbre accedió. Ella le costaba confiar la vida de sus princesas en un perro que había sido traído con genética de ser bravo.
Tobby fue creciendo y desarrollado habilidades increíbles, aprendió a darnos la patita, pero también nos enseñó grandes valores de vida como aprender a cuidarnos de manera mutua, despertó en nosotras el sentido de responsabilidad, era sorprenderte como entre las hermanas nos turnábamos para asearlo y más aún como nos enseñó el sentido de la empatía.
Poco a poco se hizo de un lugar especial en nuestras vidas y paso de ser una mascota a un miembro activo de nuestra familia, nos acompañaba a todas partes, era muy bien portado y juguetón, pero también despertó el celo y la necesidad de tenernos seguras.
Cuando nos reunimos en grupo a jugar con otros amigos y familiares debíamos estar atentos hubo una oportunidad que se presenten un accidente, estábamos jugando el atrapadito y alguien me sujeto fuertemente y aunque esto era parte del juego yo comencé a pedir ayuda y justamente allí llegó nuestro guardián y salió en nuestras defensa y mordió en sus pompas al compañero.
Todos nos asustamos mucho, aunque estuvo mal lo sucedido, el solo actuó por instinto y de allí en adelante tomamos nuestras previsiones para evitar que se repitiera ese incidente. Siempre que él estaba cerca nos sentíamos seguras y confiada, el que papi trajera a Tobby a nuestra casa fue una tranquilidad general para la familia.
Nuestras tardes estaban llenas de muchas carreras por todo el patio, en un momento se nos hizo pequeño el patio de la casa y salíamos corriendo por la calle, era tan emocionante los juegos en grupo, también nos poníamos a bailar y él era nuestra pareja se ponía en dos patas traseras y se dejaba agarrar por las delanteras y bailar como una persona, era muy chistosito estás acciones.
Recuerdo los fines de semana cuando íbamos a la finca de mi papá, ese era su lugar favorito, el poder correr por los campos sin límites de espacio, era una de sus actividades favoritas, nos lanzábamos en el pasto y reíamos de todo un poco, está es una de nuestras etapas de la niñez más bonita y apreciada.
Pero como todo ser viviente, no somos eternos llegó un momento en que sus fuerzas se fueron agotando, sus dientes cayendo y ya no salía como cada día a nuestro encuentro, no entendíamos mucho lo que estaba sucediendo desconocíamos está característica innata de los seres vivos y un día salí a mis clases junto a mis hermanas y cuando volvimos sentimos ese vacío profundo no solo en la casa sino también en nuestras vidas, nuestro querido Tobby había muerto y lloramos largo y tendido por su ausencia.
Él fue nuestro único perro, mis padres no quisieron repetir ese dolor en la familia y por lo tanto no trajeron ningún otro a casa. Sus recuerdos viven en nuestros corazones y siempre lo recordamos con una bonita sonrisa en nuestro rostro.
Está ha sido mi participación en la iniciativa mensual de Inleo sobre nuestras experiencias con estos animales que se convierten en nuestros amigos especiales, aprovecha de compartir tus vivencias con todos por la comunidad de @Emotions&Feelings
De ante mano agradezco el que dediques parte de tu valioso tiempo para leer mi trabajo y que Dios te multiplique el apoyo que le aportes a mi publicación. Bendiciones
Todas las fotos aquí utilizadas son de mi propiedad y fueron tomadas con la cámara de mi teléfono Redmi Note 9T. Cabe destacar que este no es mi Tobby, este es el perro de mi hermana y lo use para darle el toque original a mi post. El diseño fue realizado con la aplicación GridArt.
I haven't forgotten that first day you came home Tobby, you were just a puppy in need of love, you were a little nervous about interacting with the environment, but seeing you surrounded by so many girls that fear quickly dissipated.
My father was a trader of different items, mostly buying and selling bananas, but it was very common for people to take advantage of the occasion to grab some items at night, hence the concern to find someone to take care of the house in general.
That's how Tobby came into our lives, my mother never really agreed with his arrival in the house, but with some uncertainty she agreed. She was reluctant to trust her princesses' lives to a dog that had been brought in with the genetics of being fierce.
Tobby grew up and developed incredible skills, he learned to paw us, but he also taught us great life values such as learning to take care of each other, he awakened in us the sense of responsibility, it was amazing how we sisters took turns to groom him and even more how he taught us the sense of empathy.
Little by little he took a special place in our lives and went from being a pet to an active member of our family, he accompanied us everywhere, he was very well behaved and playful, but he also awoke our jealousy and the need to keep us safe.
When we got together as a group to play with other friends and family we had to be vigilant, there was one occasion when an accident happened, we were playing catch and someone held me tightly and although this was part of the game I started to call for help and just then our guardian arrived and came to our defence and bit the other one on his belly.
We all got very scared, although it was wrong what happened, he only acted on instinct and from then on we took our precautions to avoid a repetition of that incident. Whenever he was around we felt safe and secure, Daddy bringing Tobby into our home was a general reassurance to the family.
Our afternoons were filled with lots of running around the yard, at one point we outgrew the yard and would run out into the street, it was so exciting to play group games, we would also dance and he was our partner, he would stand on two hind legs and let himself be grabbed by the front legs and dance like a person, it was very funny.
I remember the weekends when we would go to my dad's farm, that was his favourite place, to be able to run through the fields without limits of space, it was one of his favourite activities, we would jump on the grass and laugh about everything, this is one of the most beautiful and appreciated stages of our childhood.
But like all living beings, we are not eternal, there came a time when his strength was running out, his teeth were falling out and he no longer came out to meet us like every day, we did not understand what was happening, we did not know this innate characteristic of living beings and one day I went out to my classes with my sisters and when we returned we felt that deep emptiness not only in the house but also in our lives, our beloved Tobby had died and we cried long and hard for his absence.
He was our only dog, my parents did not want to repeat that pain in the family and therefore did not bring any other dog home. His memories live on in our hearts and we always remember him with a beautiful smile on our faces.
This has been my participation in Inleo's monthly initiative about our experiences with these animals that become our special friends, take the opportunity to share your experiences with everyone through the @Emotions&Feelings community.
I thank you in advance for dedicating part of your valuable time to read my work and may God multiply the support you give to my publication. Blessings.
All photos used here are my property and were taken with the camera of my Redmi Note 9T phone. It should be noted that this is not my Tobby, this is my sister's dog and I used it to give the original touch to my post. The design was made with the GridArt application.
