La arrogancia es un tema que a todos nos molesta en cualquier sentido, bien sea cuando se trata de otras personas que son arrogantes con nosotros o cuando nosotros nos proyectamos de manera arrogante hacia los demás. Por un lado creemos que cuando somos tratados por una persona arrogante se nos desmejora como individuos, se desvaloriza en nosotros nuestro oficio, sentimiento, criterio, inteligencia, razón, personalidad y muchos más aspectos que componen nuestro ser. Generalmente las personas arrogantes se creen en un nivel por encima de los demás, lo que les permite pensar que pueden desenvolverse en el ambiente con mayor pertinencia desmejorando las acciones de otras personas.

Es realmente molesto para nosotros que una persona arrogante se mezcle en nuestra vida de alguna forma entre nuestras amistades, conocidos, compañeros de trabajo y familiares porque nos hace sentir inferiores cuando no tenemos la voluntad suficiente de amarnos a nosotros mismos. Es un error confundir el autoestima con la arrogancia, además de clasificar a las personas con autoestima alta o baja porque la estima personal la tienes o no la tienes, al igual que con otros sentimientos como el amor o el odio donde sientes algo por esa persona o no lo sientes, pero esa especie de gradualidad entre una cosa u otra es una excusa para no reconocer nuestros sentimientos hacia los demás, por ejemplo, si no te amo te puedo odiar, pero también te puedo tener lástima o no puedo tener emociones necesariamente por ti, es impensable para las almas hermosas amar más a alguien que otro, el amor se siente por igual para todas las personas cuando se entiende como un acto y no una palabra, amamos por igual a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestra mascota y lo demostramos mediante las acciones, pero dentro sentimos el mismo amor para todos.

Las personas arrogantes no entienden el amor de esta forma porque se aman más a ellos mismos que a los otros, e incluso aman más que a ellos a otros seres que son su modelo a seguir o sus ídolos mejor dicho, como pasa con quienes idolatran a un dios, un empresario, un músico, un millonario, un artista, un cualquiera que ellos colocan dentro de sus expectativas de vida y todos aquellos que no compartan su idolatría están por debajo de estatus social, intelectual o emocional y para ellos merecen un trato inferior al que puedan merecer otros. Posiblemente por esto las personas que creen amar más a unos que a otros tienden a ser arrogantes en sus vidas pero no se reconocen a sí mismos como tales, pues, para ellos es algo normal desmejorar a los que no son como ellos o ellas; son seres desechables porque confundimos con frecuencia que tienen sobre estima pero en realidad estiman más a sus ídolos que a ellos mismos, sucede con mucha frecuencia a quienes tienen como ídolo al dinero.

El autoestima que tiene una persona no debe confundirse con la arrogancia precisamente porque la persona arrogante no se quiere a sí misma, quiera a una persona que jamás podrá ser, es por eso que quienes intentan conocer su ser un poco más, los que no buscan su finalidad en el exterior sino dentro son los que realmente se tienen estima a sí mismos; los demás únicamente están estimando cosas fuera de su ser, de su interior, de su alma, por lo que es un error creer que los arrogantes son personas con "alta" autoestima. Pero también por otro lado, nos molesta reconocer que somos arrogantes, aunque a mí en lo personal no me molesta ser arrogante porque hay personas que lo merecen, o al menos esa es la excusa que tenemos cuando somos arrogantes de alguna manera para justificar nuestras acciones, pero aveces es necesario ser arrogantes con los que fueron arrogantes en algún momento, esa ley bíblica de "ojo por ojo" cobra sentido para nosotros en este momento.

Muchos pensarán que está mal de alguna forma no tener compasión con aquellos que en algún momento fueron arrogantes y cambiaron su forma de ser por algún motivo emocional que les hizo entrar en razón, pero ellos no tuvieron compasión de nadie en su arrogancia; en caso de los que cometen un crimen son reformados mediante la ley, y considero que la ley bíblica es una buena para tratar a aquellos que se creyeron superiores para discriminar injustificadamente a otros por sus gustos o deseos, ellos son criminales invisibles a las leyes institucionales pero no a las leyes del hombre que busca la virtud.