This post was written in English and Spanish
I said I would talk about this, and here I am with the gossip, because a promise is a promise. Years ago, when I was studying music, I met a friend who, thanks to fate, would become my boss in the future. In the summer of 2021, she started organizing a garage sale, which over time turned into a serious business. What started as a joke became what is now Mayu Shop (a fusion of my friend's name and her mother's), a clothing store that grew rapidly, both in suppliers, workers, and customers.
Suddenly, there was a boom of similar business models in the city, so the competition was increasing daily. My friend, determined to make her business thrive, implemented marketing strategies to promote Mayu Shop. And this is where I come in (😎🙏 rubs her hands like a fly).
Honestly, when she revealed her plan, the last thing I expected was that I would become a model for the store. I've never considered myself photogenic, in fact, I've always avoided the camera like the plague. So the idea of my face being on all the store's social media, on every Facebook and Instagram post, terrified me. I couldn't see myself in that role, because I didn't feel "pretty enough." But I accepted the job, to support my friend, and well, let's face it, the pay wasn't bad.
The first photo shoots were torture. My nervousness and discomfort were evident, not because of the situation itself, but because of how I felt. Every smile in front of the camera was shy, an inner torture. I wondered why I couldn't just disappear.
However, over time, something changed. I started searching the internet for poses, professional model tricks, I immersed myself in that world. I don't know when it happened, but suddenly, anxiety turned into excitement. In fact, I prayed for the week to fly by just to go to work on Saturdays.
Customers recognized me at the store, they commented on how beautiful and natural I looked in the photos. My classmates and professors from college also joined the chorus of praise. The social media posts were a hit, the reactions increased, and most importantly, the store's customer base grew.
As for me, I started to love myself more. It was a transformative, empowering experience. It was something I didn't know I needed to live. I ended up accepting and embracing with love the skin I was born in, and photography, once a taboo, became a source of confidence.
I know I have a lot to learn as a model, the title still feels huge on me, but of all the things I've experienced, this is, by far, one of the most memorable in my personal growth.
Kisses on the booty 😘
All photos courtesy of Mayu's Shop social media. All credits to their production team.
Versión en español.
Un ángel de Victoria's Secret...bueno, de Mayu Shop🤭
Dije que hablaría del tema y aquí estoy con el chisme porque lo prometido, es deuda. Hace varios años, cuando estuve estudiando en una escuela de música local, tuve la suerte de conocer a una amiga que gracias al efecto mariposa, en el futuro se convertiría en mi jefa. Ella empezó a hacerse cargo de una venta de garaje durante las vacaciones de verano del 2021, pero con el tiempo, se fue convirtiendo en un negocio más serio y lo que empezó como una broma se volvió una tienda de ropa a la cual nombró Mayu Shop (una combinación de su nombre y el de su madre) que creció tanto en proveedores como en trabajadores y clientela.
De pronto, hubo un boom de modelos de negocio similares en la ciudad, por eso, como el suyo empezaba a prosperar y la competencia incrementaba a diario, decidió aplicar ciertas estrategias de marketing para publicitar los productos de su tienda.Y aquí es donde entro yo (😎🙏 se frota sus manos cual mosca).
Cuando ella me vino con la idea yo ya trabajaba como gestora de ventas online así que conocía el negocio desde dentro. Por eso juro que cuando finalmente me contó, lo que menos esperé fue que ella me quisiera de modelo.
No tenía ni la experiencia, ni el carisma y lo peor de todo, nunca me había considerado una persona fotogénica, de hecho, siempre evitaba el lente lo más posible porque tampoco me sentía tan linda como para enfrentarme a algo así. Las fotos estarían en todas las redes sociales de la tienda, en cada grupo de ventas de Facebook, en sus publicaciones de Instagram... y mi cara, saldría, en cada una de ellas. Pero aunque no me maravillaba la idea, acepté el trabajo para ayudar a mi amiga y bueno, también porque la paga por el modelaje no era mala.
En las primeras sesiones se notaba mi nerviosismo e incomodidad, no con la situación en sí, sino conmigo misma. Realmente no me veía en el papel de modelo. La gente asociaría mi rostro con la tienda y eso me preocupaba porque como les comenté, no me sentía lo suficientemente bonita como para estar cargando con la imagen de una tienda que empezaba a posicionarse en el mercado.
Cada vez que sonreía ante la cámara lo hacía con timidez preguntándome por qué no me acababa de tragar la tierra. Pero pasó el tiempo y sin darme cuenta, ya estaba buscando ideas de poses en internet, videos de trucos que usaban las modelos profesionales para verse mejor en fotos y me fui empapando en ese mundo.
Realmente no sé cuando sucedió con exactitud, pero ya iba más contenta al trabajo. De hecho rezaba para que la semana pasara volando solo para ir a trabajar el sábado.
Además, cuando los clientes me veían saliendo o entrando al local, rápidamente me reconocían y hablaban de lo linda y natural que salía en las fotos. En la universidad también empecé a ganar elogios por parte de mis compañeros y profesores. Las fotos en redes sociales, eran un éxito. Las reacciones incrementaron en las publicaciones y por demás, también aumentó la clientela.
En cuanto a mí, empecé a quererme un poquito más. Fue una experiencia verdaderamente empoderadora, era algo que no sabía que necesitaba vivir. Terminé aceptando y abrazando con amor la piel en la que había nacido y el tema fotografía ya no es un tabú.
Sé que como modelo dejo mucho que desear, el título aún me sigue quedando enorme pero de las cosas que he vivido, esta es, por mucho, una de las más memorables en mi crecimiento personal.
Besitos en el culete😘
Todas las fotos son cortesía de las redes sociales de Mayu Shop. Todos los créditos para su equipo de producción