Catarsis, sobre Cuba, el atletismo y los Juegos Olímpicos

Roxana Gómez compite en los Juegos Olímpicos de París / Foto: Ricardo López Hevia Cubasi

Cuba se va de París cargando, con una de las actuaciones más discretas de la historia de sus participaciones olímpicas post 1959, a cuestas. En el atletismo, la afirmación es categórica: ¡Es la más discreta!

Desde que Enrique Figuerola ganara la plata en los 100m de Tokio 1964, este deporte jamás se había quedado sin medallas en ninguna de las ediciones en las que participó.

La situación acentúa las urgencias entorno a la necesidad de entender los nuevos tiempos, e interpretar el nuevo atletismo, en su justa medida.

Lo sucedido en París es solo el reflejo de nuestras realidades. Y si bien es cierto que cuando lo miramos desde fuera, los titulares pueden llegar a ser crueles, la objetividad sugiere que poco más se podía hacer. La temporada no miente©.

Salvo el caso puntual del triple salto femenino, dónde Leyanis Pérez se veía con oportunidad de subir al podio teniendo en cuenta la temporada que venía protagonizando, les pregunto ¿En qué otra prueba se podría soñar con alcanzar presea alguna? .

Hay atletas que desde sus posibilidades escribieron páginas bonitas en el Stade de France. Daily Cooper, para mí, podría encabezar esa lista.

De París, a pesar de los pesares, habrá que guardar el dato de que nunca antes dos mujeres, Cooper y Almanza , de esta tierra había alcanzado las semifinales de 800m en una misma cita olímpica, y que Reinaldo Espinosa se convirtió en el primer cubano en alcanzar una semifinal de 100m desde Moscú 1980.

De allí nos regresamos con seis clasificados al Campeonato Mundial que tendrá lugar en Tokio el próximo año. Povea, Leyanis, Roxana, Lázaro, Cooper y Almanza sacaron, con sus participaciones, boletos directos a esta cita programada del 13-25 de septiembre de 2025.

También habrá que plantar la cara ante la sequía de medallas, y resultados rimbombantes, y asumir, por ejemplo, que al correr 3:33.99 se estaba firmando la carrera más discreta de las participaciones Olímpicas del relevo femenino de 4x400m. Que son ocho, y comenzaron en Munich'72 con un 3:32.4. Por ahí se dice que no se puede esperar más de un relevo donde predominan las corredoras de 800m, aunque la pregunta correcta sería, ¿Dónde están las especialistas? ¿Qué se necesita para desarrollarlas?

Si algo resume a cabalidad los traspiés de nuestro deporte es ese inédito e histórico podio en el triple salto masculino. En el backstage del vilipendiado asunto del 'robo de talentos' se acumulan las lecciones y hay que terminar de darse por aludidos.

Las vacías arcas en el atletismo, así como la cosecha general de una delegación que retrocede décadas en términos globales de sus resultados, es la lógica consecuencia de un proceso sobre el que se acumulan:Éxodo de talentos, falta de financiación, problemas económico, obsolescencia de la infraestructura, desmotivación y falta de incentivos, y el crecimiento y desarrollo de la competencia a nivel mundial.

Ahora bien, tampoco el camino correcto está en cuestionar la celebración que se ha convocado o fustigar a los atletas que no pudieron hacer allí el papel esperado o un mejor papel. A los hombres y mujeres que llegaron hasta allí, hay que hacerles un monumento.

El reto está en ir más allá, y hacer una reinterpretación crítica de todo aquello que nos ha traído. Lo bueno, y, por sobre todo, lo que no lo ha sido tanto.

Aquí mis respuestas sobre el atletismo:
Lo mejor de Cuba: Cooper
Lo mejor del mundo: Lo de Duplantis y Mclaughlin no admite comparación. Y en el caso extremo me quedo con ella; La Pieza.
El mejor momento: (para mi) La carrera femenina de 400m con vallas
Una revelación: Letsile Tebogo.
Lo imposible: Sifan Hassan.
Lo inesperado: La actuación de Jamaica.

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