Esta expresión muy utilizada en Venezuela, está referida a aplicarse a aquellas personas que tienen un comportamiento de adulación interesada hacia otras personas. Se trata de lo que llaman personas rastreras que no les importa actuar de cualquier manera, humillándose ante todos solo por conseguir algún objetivo beneficio, bien sea laboral o cualquier otro tipo de compensación, llevándose por delante al que ellos consideren.
En cuanto al origen de esta expresión, nos trasladamos a la época de los romanos, cuando era costumbre honrar a los Dioses besándoles los pies a sus imágenes, estatuas y también directamente a algunos de los altos mandatarios.
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