Giraffa camelopardalis (Linnaeus 1758)

La jirafas poseen ojos y orejas grandes, labios largos y delgados, lengua
extensible y cuello y patas muy largas. La espalda se inclina hacia arriba desde la espalda
102
media hacia los hombros y el cuello. Ostentan unas pequeñas proyecciones óseas de forma
única, posicionados en la región frontal del hueso parietal, por arriba de los ojos,
cubiertos por piel y pelo a lo largo de toda su vida. Además, las jirafas tienen un cuerno
central delante de los otros y de menor tamaño. Los pies son grandes y robustos y poseen
dos dedos con pezuña, el tercero y cuarto, los dedos laterales no se desarrollan. Aunque el
patrón de coloración es variable, consiste fundamentalmente de manchas de color café
oscuro rojizo de varias formas y tamaños sobre un fondo claro. El vientre es
generalmente claro y sin manchas; la coloración se obscurece con la edad. Poseen una crin
corta a lo largo de todo el cuello. Tienen estómago tetra-cavitario y rumiante y no poseen
vejiga urinaria. Las hembras poseen cuatro glándulas mamarias.
Esta especie fue introducida al norte y centro
del país con fines de aprovechamiento. Actualmente podemos encontrarla en diez
Unidades de Manejo, Conservación y Aprovechamiento de Vida Silvestre (UMAs),
situadas en los estados de Coahuila (2), Nuevo León (1), Puebla (1), San Luis Potosí (1),
Sonora (3) y Tamaulipas (2). La especie se encuentra controlada dentro las 10 unidades de
tipo extensivo, que ocupan un área total aproximada de 33,180 ha (INE-SEMARNAP
2000).

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
2 Comments