En la última década las habilidades profesionales se han ajustado a las necesidades de los nuevos oficios, hace 20 años decir que se poseía conocimiento en herramientas ofimáticas era muy demandante, hoy en día lo vemos como habilidades sobreentendidas, cualquier persona debería poseer los conocimientos mínimos en manejo de software de este tipo, saber acceder a Internet o poseer una cuenta de correo electrónico, quizás por mucho tiempo este tipo de “habilidades” se pensaba que solo tenían un fin recreativo y era dominado por una minoría, sin embargo, no esta demás recordar que uno de los primeros proyectos que motivó el nacimiento de la Internet fue la necesidad de intercambiar conocimientos entre científicos de diferentes partes del mundo, y de esta manera, empezó una nueva era digital en la cual se rompieron muchas barreras de cultura, tiempo y espacio, nació otro modo de globalización y una nueva etapa de la revolución del conocimiento.
Marketing, diseño y programación (MDP): el tridente de la nueva era digital.
En nuestra época la especialización ha llegado a niveles inimaginables, y un cúmulo importante de profesionales, de la era digital, han tenido que incluir dentro de sus habilidades herramientas que hace uno años era impensable su masificación.
Las redes sociales lograron conectar a millones de personas, que de forma voluntaria, empezaron a compartir cantidades enormes de información.
El diseño alcanzo niveles excepcionales, permitiendo obtener resultados más atrevidos, lo cual hacían mucho más atractivo casi cualquier producto, atrayendo a más personas con la propia información que ellos comparten.
Y la programación, como dice un gran CEO de la industria, es una de las pocas cosas en el mundo que te permite crear algo completamente desde cero, nada de lo anteriormente dicho sería posible sin la programación.
Ahora, todo esto ha cambiado por completo los modelos de negocios, han dado la posibilidad de crear negocios multimillonarios, pero ¿realmente hemos aprovechado todo su potencial? ¿de qué manera podemos mejorar nuestra calidad de vida? y ¿si integramos todas estas posibilidades en mejorar la movilidad urbana de nuestras ciudades, el rendimiento de nuestros cultivos, optimizar los análisis predictivos de casi cualquier fenómeno natural o social?
Nuestro cerebro es un ejemplo de SIG, capta la información a través de los sentidos (sensores remotos), la almacena (memoria), procesa (base de datos) y con base en la experiencia toma la mejor decisión (Machine Learning). Todos los días creamos sistemas, construimos redes imaginarias, la idea es ir mucho más allá, desafiarnos para poder materializar nuestras ideas, pero para ello debemos prepararnos, ser constantes y tratar de emular nuestro cerebro en las máquinas de la vida real.
El papel de los SIG como sistema integrador.
Ahora bien, en los últimos 5 años el crecimiento de los Sistemas de Información Geográfico ha sido abrumado, liderado por su principal exponente, ESRI, y seguido de dos potentes plataformas de código libre que gracias a la comunidad de desarrolladores se mantienen a la vanguardia, como lo son QGIS y gvSIG. Este tipo de tecnologías en un principio solo podían operarse por personas con un nivel de conocimientos considerables y bajo una modalidad “Desktop”, sin embargo, vemos como el potencial de estas herramientas se masificó y fue aprovechado no solamente por profesionales del ámbito ambiental, sino por toda aquella rama la cual requiere evaluar determinados comportamientos en un ámbito espacial, una variable presente en todos y cada uno de los procesos que ocurren en nuestra sociedad moderna, como el transporte, comercio, atención de emergencias, servicios en redes e incluso las telecomunicaciones.
El éxito evidente de los SIG radica en que empezó a hacer uso integrado del marketing, el diseño y la programación. Hoy en día existen plataformas web altamente interactivas las cuales empezaron a integrar lenguajes como JavaScript, y sus derivados orientados a objetos, para la consolidación de plataformas muy potentes como GISCloud, Carto y Mapbox.
Los productos de Google map y Google Earth han tenido integraciones importantes lo cual le ha permitido alimentar su data a ritmos asombrosos. Los modelado de edificios 3D georreferenciados con Sketchup, visualización del tráfico en tiempo real con Waze, fotografías de casi cualquier lugar del mundo a través de Panoramio; todas estás funcionan como redes sociales, es la misma comunidad quien lo construye y a su vez los difunde.
Más recientemente la “GIS Revolution” llegó a nuestros Smartphones, ESRI a la fecha ya posee una gran cantidad de apps que nos permiten visualizar, editar y recolectar datos espaciales, ya QGIS ya hecho presencia en este tipo de plataformas con su app en fase experimental QField.
La tecnología nos permite gestionar nuestro estilo de vida desde un dispositivo móvil, pedir un taxi (Uber), interactuar con personas que se encuentre cercanas a tu posición, monitorear la salida de algún transporte, incluso el breve pero contundente fenómeno de Pokemon Go, es un ejemplo como puede usarse la tecnología geoespacial de formas inimaginables.
Las tecnologías GIS están en su mejor momento y el abanico de posibilidades es infinito, la competencia y exigencias del mercado es lo mejor que le ha podido suceder, que dices ¿te animas ser parte de una verdadera revolución que cambie el mundo? Justo de eso se trata, libera tu imaginación y con disciplina hazlo posible.