Cubico

Visto tu perfume en mis vertientes del viento, llevo en si mil aromas que te describen.
Enredado entre la formas más subrreales me detuve pensando, un lado sincero, el otro oculto, pegado el real, a su lado uno incierto, pienso multiplico al cuadrado. Sincero por sincero; resultado supe decirte mi verdad. Oculto por oculto; guarde mis secretos de torpeza. Real por real; un momento que se fundió entero en la noche vista como un cuadro entre su marco al mundo. Incierto por incierto, el futuro desconocido que nos espera con el tiempo.
Cuatro formas tiene mi cerebro que se multiplican por cuatro estados, dando el resultado cubico de dieciséis maneras de enloquecer pensando. No son ideas, no son sensaciones, actitudes, ni menos resentimientos, son sueños que valen su múltiple por cada noche, por cada año, por cada día, por cada mes. En el encierro del perfecto geométrico se conciliaron miradas, palabras, desafíos, besos, y llantos; en el encierro perfecto de Aristóteles pensando, presos, detenidos en el tiempo dos almas recorren libertades, suspiro perfecto que dio el corte de cadenas y un suspenso con el cuerpo inquieto.
Vistes primavera, telas del silencio, telas del conjuro natural, visten en ellas la tranca del espacio color de paz, vistes con confianza de no caer, pero alerta al vuelo de tu mente, la que quiere dejarte ir del sostén que limita tu espacio del mío. Vistes atrevido, una idea corta que deja al descubierto tus sentidos, que cubres con cautela del puzle que da perfecto en su forma, de la pieza que conjuga el criterio de la vida. Vistes recostada en una forma suave y casi plana, vistes en sueños diciendo que no tengo derecho, que no soy dueño, que no debo, pero puedo; y me dejas caer en tus negativos anteriores, en tus múltiplos lógicos que me alejaban como si fuera un mal condenado a morir sin beber de tus pupilas una mirada de placer intenso.
Llevo un libido y extraño recorrido de lapsos conectados en mi cabeza, haciendo de ellas recuerdos, imágenes, puestas en escena que recorren escenarios cotidianos en el día a día del mundo real, cerebro cúbico que se encierra en mi cráneo planificando y creando mundos de los que no se cómo salir, planetas en los que no se cómo vivir, pierdo el control, y decaigo en tremenda locura, sin fuerza, pero con alivio de poder reconocer la forma de ayudarme a mi mismo pensando en tu lógica, dejando atrás mi filosofía de hipótesis sin sentidos y variables posibles. Llevo conmigo el arte de describir las líneas que dan forma a esto, sin saber cómo llegar a concluir como una recta sin punto de inicio, ni punto final, una recta que sigue imaginaria, una recta que quizás recorra por el resto de mi vida sin tener que dar un alto para generar un ángulo obtuso.
Sobresaltas mi mente con tus conocimientos minerales, tus colecciones de diferentes proezas, pequeñas partículas de este planeta que llevas en el corazón de metal sobre la dura corteza de un árbol que yace muerto entre cuatro paredes y con firmes raíces que no son las de si vida natural. Me sorprendes con las redes que cuelgan del cielo como telas de arañas que atrapan los sueños como si fueran presas de cena, almuerzo, y restos de sepeculrales recuerdos. Me sorprendes

Cuando quieres de tu mano transformar la dura corteza de tu celda con hierros que se queman sin su acelerante la leña, hierros que no son de unto en hormigón firme. Me sorprende lo racional que suena una búsqueda y un motivo para tener el reflejo encriptado en alambres que cubren y sostienen puestos en tu cuello y adornan tu sentido de la escucha.
Finalmente por el momento sigo de tal manera que deliro transformado en palabras, en una sensación de poseído, de imparable y temblorosa adrenalina, sigo sintiendo mi maquina latiendo y dando forma en revoluciones alteradas, sigo en un cubo sin censura, en un pensamiento encerrado que fluye de cierta forma, el producto del silencio y la observación, el resultado de mi perturbadora conciencia. Finalmente sigo diestro ante la locura de una nota sonando por una guitarra muda vista en una pantalla tecnológica que no tiene lógica, estoy dejándome ir, estoy ahí, viendo, en la misma sintonía, solo de ojos ciego, es todo lo que necesito, solo cegar mis ojos un segundo y ahí voy, traslado mi mente al mismo momento, sin temor, sin censura, aunque no sea lo es, ¿sientes? Ciégate si quieres, un segundo basta para estar en paz y volver a vivir.

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