Concurso de cuentos #fotocuento - Semana 12: Sentimientos al borde del mar.

¡Hola! les mando un saludito a todos mis lectores, espero que tengan un día realmente lindo. Hoy les informo que estoy participando en un agradable y creativo concurso de literatura, si quieres saber de qué va y cuáles son los parámetros a seguir dirígete a este link: https://steemit.com/fotocuento/@rahesi/fotocuentoconcursodecuentosfotocuentoganadores-semana11ypresentacin-semana12-hkkq31gylm

Sentimientos al borde del mar

Estaba pendiendo de una cuerda floja, me encontraba caminando en un fino hilo emocional capaz de quebrarse con el mínimo roce. Entonces antes de presenciar mi enorme fracaso en tantos aspectos personales, primero tenía un trabajo tedioso y lo detestaba, segundo mi relación amorosa se había vuelto tóxica, todo esto ligado a un sentimiento quererme hundir en la tristeza; allí fue cuando tomé todo en una maleta, comprimí mis ataques temperamentales y mi cerebro vacío para marcharme ¿A dónde iría?

Es curioso, se cruzó por mi mente una idea infantil, ya que siempre de pequeña había anhelado vivir en la playa. Eso fue a lo que me aferré, me iría al lugar más lejano y no conocería a nadie, ni nadie reconocería mi rostro.

Al llegar de inmediato sentí el aire salado purificando mis pulmones, buscaba entrometerse hasta el fondo de mi gastado cuerpo. Posteriormente, el sol me arropó con fuerza, cada rayo ultravioleta se introducía en mis poros. Todas estas sensaciones corporales se interconectaron a mis emociones, de repente me encontraba en una ligera tranquilidad, sonreí suavemente.

No tengo idea de cuanto tiempo me quedé allí parada sintiendo la arena bajo mis pies y viendo las olas salvajes sin pedir disculpas por su oleaje. Pronto, mis piernas se cansaron, más no me quería marchar, así que busqué un cómodo un lugar donde sentarme, justamente en ese instante vi pasar a un velero, esto me llevó a la pregunta: ¿Tendría un rumbo fijo? O navegaría eternamente hasta encontrar su propósito en la existencia.

El atardecer no tardó en llegar con tenues rayos de sol místicamente dibujados, apuntaban a los lugares olvidados y no queridos, uno me tocó y me iluminó, fue en ese preciso segundo cuando comprendí que todo estaría bien, éste era mi paradero para calmar a mi angustiada alma.

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now