Una fosa común en vida

Año 1945. El fascismo ha sido derrotado en toda Europa. Toda? No, una pequeña aldea formada por países al Sur (España entre ellos) resiste, ahora y siempre, al invasor.

No sé vosotros, pero yo he crecido con una sensación de eterna "amenaza" que nunca he sabido cómo explicar. Ya desde muy pequeño, había algo hostil en la gente, en los lugares, en las costumbres y maneras de hacer las cosas. Durante años he vivido en un eterno cabreo, perpetuamente amargado, por algún motivo. Recuerdo las palabras de un psicólogo conductual: "lo que tienes es estrés y ansiedad. La ansiedad es un residuo del cerebro reptiliano (el mecanismo de "fight or flight"), que se activaba ante una amenaza. Ahora sólo hay que identificar esa amenaza". Y durante anyos la he estado buscando. Poco a poco, vas arrojando luz sobre el tema.

Como la mayor parte de mi vida sólo había vivido en Madrid, acabé interiorizando esos comportamientos como "normales": los tan españoles "es lo que hay" o "así es la vida".

Pero con el tiempo vas creciendo y descubriendo la realidad del lugar donde te has criado, especialmente si acabas viviendo en el extranjero y tienes una perspectiva externa. Entonces descubres que los lugares donde pasaste tu niñez están sembrados de cadáveres.

No sé si os habéis preguntado también por qué no llegáis a nada en la vida, por qué todo es tan sumamente complicado, por qué hay gente muy válida que se come una mierda y auténticos inútiles que llegan a la cima. Es relativamente sencillo: los cerdos ya se han repartido todo el pastel. Hace bastante tiempo, de hecho.

Están por todas partes. Al principio crees que simplemente es una tendencia política. Poco a poco vas descubriendo que en realidad se mueven en esferas por encima y por debajo de la política, que es sólo un mero vehículo. La punta del iceberg. Están en las escuelas y universidades, están en las empresas, en los bancos, en los medios, en el poder judicial, en las fuerzas del orden, en la religión. Esferas donde no puedes votarlos, asumiendo que votar sirviera para algo (también están en todos los partidos políticos).

Así pues, las cosas no van a cambiar, porque no pueden cambiar. España es un cortijo, y como tal tiene amos y senyoritos. Los amos no se votan. Se van a seguir pasando los privilegios unos a otros, por herencia familiar o por favores/amistad. Si no formas parte de esos círculos, sólo te caerán migajas. Vete haciendo a la idea. Atado, y bien atado.

Ahí entra el mito del esfuerzo. Cientos de Paulos Coelhos replicando la propaganda neoliberal: "si trabajas duro puedes conseguir lo que quieras". Lo que no te dicen es que si no tienes padrino vas a tener que trabajar el triple. Se romantiza el esfuerzo y la "superación", para hacerte responsable de la situación económica que han generado ellos. Si no triunfas en la vida es porque no eres lo suficientemente bueno. Tan sencillo como eso. Nada influye: da igual tu entorno socioeconómico y familiar, las oportunidades a las que hayas tenido acceso, la calidad de la educación que hayas podido permitirte recibir. Nada importa, porque el esfuerzo lo puede todo. La prueba? Amancio nació en un barrio miserable y ahora es millonario. Hacer de la excepción una norma, falacia de primer orden. Propaganda 101, una vez más.

Pero quiénes son "ellos". Bueno, en realidad aparecen en distintos puntos de la Historia de una manera relativamente heterogénea. Pero uno de sus puntos comunes es su obsesión por el concepto de "España" y su centralismo exacerbado. Por lo general suelen ser monolingües. Este es principalmente el origen del desastre: España son los padres. Nunca en la Historia ha existido como tal, de manera unificada. Siempre ha sido un conjunto de reinos/realidades. La unificación de España es una quimera que genera un engendro artificial que sólo puede saltar por los aires, y que se rompa es, en realidad, lo mejor que le puede pasar. Porque es una creación artificial, el cemento que une a España es el uso de la fuerza. La imposición, la corrupción y el centralismo forman parte de su ADN. Qué podría salir mal.

Hay quien dice que España está cambiando. España no va a cambiar. No ha cambiado en 40 anyos. No ha cambiado en 80 anyos. No ha cambiado en 300 anyos. Por qué iba a hacerlo ahora. Cambiar España es como decir que "el fascismo está cambiando". La única manera de que cambie es desintegrándose, desapareciendo como tal. No puedes partir de una base podrida. No es casualidad que la gente no salga a la calle, cuando deberían llevar años haciéndolo. Son mayorcitos ya, no necesitan un mesías que les ilumine y les saque de su opresión. Por qué no lo hacen entonces? Porque los amos cuentan con el beneplácito de la mayoría de la población. Por tanto, ni siquiera una revolución (no van a dejar ir sus privilegios fácilmente) tampoco es posible en España. Desencadenaría otra guerra civil.

Son los culpables de nuestra ruina porque adoptan muchas de las dinámicas del fascismo, especialmente la del desprecio a la cultura y a lo intelectual. Se expresan abiertamente acerca de ello, como el famoso "abajo la inteligencia, viva la muerte". Y durante siglos se han dedicado a exterminar todo tipo de oposición. Qué esperabas, pues. La omnipresente apología de la estupidez,

España es un país sembrado de cadáveres. Ya no te pueden pegar un tiro, pero tampoco les hace falta. Estás rodeado de ellos, están por todas partes, no te permitirán acceder a prácticamente nada. Es como estar enterrado en vida.

Vives, por tanto, en un Estado neofeudal. Donde pagas con tus impuestos sus privilegios, de manera cada vez más descarada. Hay miles de ejemplos: el más reciente sería la universidad rey juan carlos, una universidad que de pública sólo tiene el nombre y la financiación; en la práctica no es más que otro cortijo para que ellos se beneficien. La tapadera, una vez más, son cuatro migajas para la plebe. De ahí a los 40 "aeropuertos del abuelo" y las autopistas y obras públicas innecesarias para que se lucren las constructoras, los rescates bancarios, etc. Al final el que acaba pagando el pato es el de siempre: el contribuyente Don Nadie. Curiosamente, cuando quiebran no se aplica el discurso del esfuerzo. Nadie dice abiertamente que han sido unos inútiles o que su gestión ha sido pésima. Aquí el único que es responsable de su éxito eres tú, qué casualidad.

Por todo esto resulta bastante obvio que son los culpables de tu ruina. Y sí, intentarán hacerte creer que la culpa es tuya porque no trabajas duro. Están por todas partes. Hasta el punto de que, si te descuidas, entran dentro de ti.

Para cuando te quieres dar cuenta, eres uno de ellos.

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