Entre tantas cosas...

¿Les ha pasado que miran su entorno y se dan cuenta que aunque todo parece igual, las cosas han cambiado muchisimo?

Bueno, no sé, tal vez sea esa mal llamada "crisis de los 30", pero comparto estas líneas y esta fotografía con ustedes para preguntarles ¿sí tuvieran que nombrar 3 cosas que eran normales y triviales en tu día a día y hoy no lo son cuales serían?

Entre tantas de las cosas que he visto cambiar puedo nombrar las siguientes:

1º Los temas de conversación de la gente a mi alrededor. Si, aunque los temas siempre suelen cambiar dependiendo del tipo de personas, los gustos y la moda del momento, noto como esto ha ido cambiando de tocar los temas del momento como música o eventos a como les cuesta cada vez más mantener un ritmo de vida "normal" ya sea, por el transporte o por el alto costo de los alimentos que consumen... esto aunque parezca trivial, es lo primero que noté al evaluar aquello que ha cambiado a mi alrededor.

2º Los pequeños hábitos. Un ejemplo sencillo es que los días lunes podía tomarme hasta 7 tazas de café durante el día para mantener la energía y "sobrevivir a una nueva semana" pero los días viernes eran de "¡por lo menos 1 cerveza ajuro porque me la gané!", para ambas nunca faltaba algún acompañante; sin embargo, hoy en día no necesito las 7 tazas de café para "sobrevivir el día" y no me veo en la necesidad de "celebrar" cada final de semana, ya que siento que son un derroche de energía y dinero... aunque me siguen pareciendo la excusa perfecta para compartir con amigos y compañeros.

3º Los dulces. Si, yo sé es cuestión de gustos, sin embargo he ido notando como algunos de mis sitios favoritos para comer algunos dulces predilectos han ido disminuyendo su calidad en sus increíbles sabores, cada vez me cuesta más encontrar lugares que hagan, por ejemplo, un cremoso y solido cheescake o un regio y no empalagante capuchino. (acepto sugerencias.)

Aunque quizá no parezcan importantes, esas 3 pequeñas cosas suelen ser piezas en nuestro día a día y a medida que cambian van moldeando de forma distinta la manera en que vemos transcurrir nuestra cotidianidad.

Todo cambia, todo fluye... pero a veces, somos nosotros los que debemos fluir con los cambios para que todo evolucione.