"¿Quieres una copa de vino bebé?" Estábamos pasando una buena noche. y una pequeña bebida Fue una semana muy ocupada y no nos vimos mucho, así que decidimos pasar un buen rato. Entró y me entregó mi copa de vino, Blossom Hill Róse… hmmm, sabía tan bien.
Al tocar, nos acurrucamos juntos y comenzamos a ver nuestra película. No me importa el nombre de la película, fue un poco una mierda. A mitad de la película y una botella de vino más tarde, comencé a sentir el efecto.
Estaba empezando a ponerme un poco mareada y aburrida, así que decidí que mis manos irían a pasear. Comenzando por su rodilla, le acaricié la pierna de arriba a abajo, cada vez más cerca de su entrepierna. Levantando la vista de debajo de mi flequillo, pude ver esa linda sonrisa que tiene en la cara cuando sabe lo que estoy haciendo, bromeando. Continué frotando su pierna mientras observaba cómo se abultaba el bulto de sus pantalones.
Esperé hasta que fue casi duro antes de agarrar su entrepierna en mi mano y apretar suavemente, haciendo que jadeara y gimiera. cómo me encantaba sorprenderlo así. Mientras frotaba y apretaba su abultada entrepierna, puso su mano sobre mi parte superior y comenzó a jugar con mis pezones. Al excitarme, comencé a desabrocharle el cinturón antes de desabrocharle los botones. Uno por uno, dejé que su polla tuviera más espacio para expandirse.
Puse mi mano sobre sus boxers y saqué su miembro masajeándola suavemente con la mano. La expresión de su rostro lo decía todo. Me amaba jugando con su polla, en todos los sentidos. Acelerando el paso, sus ojos cerrados y mientras lo hacía, me zambullí y tomé su polla dura en mi boca. Me tragaba, chupaba y lamía profundamente.
Oh, al escuchar sus gemidos y sus suspiros, supe que esto era el paraíso para él. Le encantaba que le chuparan la polla. Me estaba dejando llevar, pero él no me dejó ir más lejos.
Antes de que tuviera tiempo de parpadear, estaba de espaldas en el piso de la sala de estar con mis pantalones y mis pantalones tirados, y su polla me clavó hasta la empuñadura. Mi succión de su polla se había vuelto demasiado y quería joderme… No me estaba quejando. Entraba y salía de mi coño empapado, tan fuerte como podía.
Arrancando mi parte superior para liberar mis tetas, tiró y torció mis pezones, haciéndome cada vez más excitado. Podía sentirme acumulando, joder, era tan bueno. Cada vez más fuerte con sus empujes, mis piernas envueltas alrededor de su cuello, el torcer y tirar de mis pezones, era demasiado……. ahhhhh… joder, sí. Sí, se sintió tan bien, explotando por toda su polla dura, chorros por toda la alfombra roja, fue uno de los mejores orgasmos de la historia.
Pero no fue lo mejor. Mi vino me había dado un impulso, una confianza. Lo aparté de mí y lo puse sobre su espalda. Besando sus suaves labios y frotando mis tetas sobre su increíble cuerpo, puse mi mano entre mis piernas y agarré su
polla.
Frotándolo a lo largo de mi raja mojada y empapada, bromeé conmigo y con él. Entrando y saliendo suavemente, frotándolo desde mi coño hasta mi pequeño agujero en el que me detuve y dejé descansar la cabeza de su polla. Me miró con asombro como diciendo, ¿estás seguro? Empujé de nuevo la cabeza de su polla que él empujó en el agujero de mi trasero. Agradable, lenta y suavemente, los dos empujamos, cada vez metiendo la cabeza de su polla dura en mi culo. Renunciando a la pelea, mi trasero finalmente cedió y dejó entrar su gran y dura polla.
Me dolió un poco y cuando lo hizo, nos detuvimos para dejar que mi trasero se acostumbrara. Le dije que se quedara quieto y me senté sobre su polla, metiéndolo más y más hasta que estuvo completamente dentro de mi trasero. Joder, se sentía tan lleno y tan bueno, malditamente bien. Poco a poco comencé a montar su polla con mi culo. Obtuve un ritmo que me pareció cómodo.
A medida que fui más rápido, no podía creer lo que estaba sucediendo. Lo excitó y agarró mi teta con una mano y frotó mi clítoris con la otra. Los tres me estaban poniendo muy cachondo y excitado.
Queriendo dar una buena paliza a mi trasero, se retiró y me arrojó sobre el respaldo del sofá. Separando mis rodillas, metió su polla dura como una roca en mi culo tan fuerte como pudo. Él bombeó y empujó con fuerza y rapidez mientras tiraba de mis caderas para que me encontrara y sintiera cada empuje. Podía sentirme construir de nuevo. Ese hormigueo adentro era familiar; Estaba a punto de explotar.
Fue más duro y más rápido antes de que mi coño se abriera y arrojara todos mis jugos a nuestro sofá, justo cuando explotó dentro de mi trasero. La sensación fue increíble y los dos nos derrumbamos en el sofá, sin aliento y exhaustos después de lo sucedido. "No sé qué me venció, pero eso volverá a suceder… ¡guau!".