Ansiedad Negativa una Actitud Patológica e Inhibidora

     Hoy conversaremos un poco sobre la "Ansiedad ", una palabra frecuentemente utilizada en estos tiempos. Ansiedad es un término proveniente del latín, indica cualidad o estado, forma parte de los adjetivos latinos anxius que significa angustiado o ansioso. Según el diccionario etimológico esta palabra remonta a una raíz indoeuropea que significa estrecho o doloroso. Esperemos que nuestra experiencia no se asocie a los os últimos términos.

¿Qué es la Ansiedad?

     Ya con tan solo conocer sobre el origen de esta palabra me fue suficiente para comenzar las inferencias, supe lo que vendría más adelante, "estrecho y doloroso" me llevó a un camino angosto recorrido con dolor y angustia, esa fue el primer aprendizaje del día.

     Para ilustrar, imaginemos un pinchazo con una aguja, frente a un estímulo vendrá inmediatamente una respuesta. Así es la ansiedad, una respuesta poseída por todos los seres humanos, cuando el cerebro comprueba la existencia de un peligro reaccionamos de manera inmediata, estas palabras fueron recalcadas por el especialista durante el taller. Esto me quedó claro al inicio de la actividad y espero quede claro también en ustedes. La ansiedad es una respuesta a un estímulo

     Creí que el camino no sería ni tan estrecho ni tan doloroso con esta sencilla manera de comenzar pero, como siempre viene el tema de lo complejo y la movilización de saberes, nos pusieron a pensar. Una pregunta generadora se nos colocó en la mesa de debate. ¿Qué ocurre si nuestro cerebro interpreta como peligroso algo que es inofensivo? Jamás hubiese pensado en algo como esto.

     Resulta que estas interpretaciones producto de estímulos inofensivos pueden ser mensajes falsos y cada individuo lo lleva consigo en su cerebro, son llamados falsos pero poseen características y síntomas como si el peligro fuera real. De ser cierto este peligro real, la angustia y ansiedad hace que huyamos y evitemos esa situación, en otras palabras, nos ayuda a ponernos a salvo. Desde este contexto, la ”Ansiedad” pareciera ser una aliada, particularmente no tendría problemas con vivir ansiosas pero, el problema radica en los tipos de ansiedad porque no es uno, son dos: La Ansiedad Positiva: Consecuencia de peligros reales, y Ansiedad Negativa: que responde a miedos que sólo están en nuestra imaginación, se pone interesante el discurso.

     La ansiedad positiva es buena porque nos ayuda a movilizarnos, la negativa en cambio nos bloquea y nos impide sacarle provecho a la vida. La ansiedad negativa generan pensamientos aun más ansiosos y con riesgos a forjar más ansiedad. Los pensamientos ansiosos infunden miedos, temores, olvidos, lucha interior y enfermedades, también puede dejarnos atrapados y sin salidas ante grandes situaciones de la vida.

     Los temores no siempre derivan de nuestras actuaciones, también puede generarse de de las circunstancias, algo brusco o repentino lo que quiere decir que siempre estarán latentes. En este caso los pensamientos ansiosos nos puede colocar en tensiones haciéndonos pensar en los peligros posibles y hasta los imposibles, incluyendo aquellos a los que podrían exponerse las personas que más amas, ¡una verdadera pesadilla! un estado de zozobra y expectación constante, como si estuviésemos esperando con grandes deseos la próxima mala noticia.

Entran en juego los pensamientos negativos, imaginemos vivir pensando que todo saldrá mal, para mí sería un martirio agotador y estresante, gracias a Dios no llegué a identificarme con esas acciones en ningún momento. Una cosa es prevenir o estar atentos para los contratiempos y otra muy diferente es avizorar el fracaso a cada paso que damos, porque eso se convertirá en una profecía, ¡que se cumple porque se cumple! un poder dado a la palabra y una orden captada por el cerebro el cual terminará generando un nivel de ansiedad extrema e implacable para nuestra salud mental y emocional.

     Una ansiedad a la cual las personas se someten es al temor al juicio social, este referente marcó una importante discusión entre los participantes. La ansiedad social dependerá de la relación que existe entre el mensaje y las creencias previas del receptor el cual se ancla con facilidad en el cerebro. Frente a una ansiedad social, las personas puede sentirse incómoda, se hacen prejuicios sin argumentos, toman las cosas negativamente y de manera personal, se sienten inferiores a otros, se ruborizan, sudan tiemblan ante los demás y como resultado, adoptan actitudes de intriga, dañina y perjudicial tanto para sí mismos como para los otros. Recuerden una ansiedad positiva es una respuesta a un estímulo, un ansiedad negativa es una "actitud" producto de alguna patología.


     ¿Recomendaciones? Si en algún momento han sentido que sus pensamientos son bombardeados por ansiedades incontrolables y califican como negativa es importante buscar ayuda. Mientras ellas estén presentes será difícil pensar con claridad. Una persona ansiosa manipula y distorsiona la realidad dado los pensamientos intrusivos. Por todo lo aquí expuesto la sugerencia es buscar ayuda para de esta manera identificar cuando nuestra ansiedad es positiva y cuando es negativa. ¿Conoces personas ansiosas? ¿La identificas con lo mencionado en este post? De ser positivo, tiende tu mano, ayúdale a entender que esta situación no es normal y puede recibir tratamiento y las oportunidades para superarlos van en aumento.


Ha sido un placer acompañarnos mutuamente en este nuevo camino lleno de experiencias y aprendizajes. Cualquier aporte a este post suma para todos aquellos en búsqueda de trabajar sus emociones.Esto dispuesta a desaprender para aprender de nuevo.

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