“Y guardarás mi libro debajo de tu almohada”

“Y guardarás mi libro debajo de tu almohada”
En un famoso barrio de una ciudad Caraqueña vivió Rodolfo Quintero, sus características, propias de un adolescente rebelde, salía muy temprano de su casa y no era precisamente a estudiar, le gustaban las fiestas en exceso, al igual que el futbol, para esto último sin duda alguna tenía un talento especial.
Junto al joven Rodolfo Quintero, vivía su abuelo Carlos Quintero, quien era un hombre sumergido en la literatura, amante de los versos, promotor de la educación y ejemplo de humildad, dedicó toda su vida a impartir sus conocimientos, inclusive, a sus 88 años de edad dictaba tareas dirigidas a los chicos del barrio.
El lunes por la mañana Rodolfo debía ir al liceo, el abuelo, con la seriedad que lo caracteriza, dice: Te quedan -3 minutos para levantarte e ir a cumplir con tus obligaciones.
Rodolfo: Si se venció el tiempo para que molestas.
Carlos: el día que te falte, quizás comprendas que tu aprendizaje era el legado mas importante que quise dejarte.
Rodolfo: Con eso no juegues viejo que tú siempre estarás conmigo.
Rodolfo no fue a clase ese día, sus prioridades eran divertirse y “Vivir la vida” a su manera, mujeres, juegos y vicios fueron convirtiéndose en su rutina, al punto de abandonar sus estudios.
Aquel viejo y sabio abuelo, no se cansaba de repetir lo que consideraba era necesario para que su amado nieto tomara las riendas correctas en su vida:

  • No permitas que la corriente te lleve, eres un joven con mucho talento, pero si no tienes la valentía de ir por lo que quieres, sin importar lo que digan los demás, terminarás siendo uno más del montón.
  • Forja tu propia personalidad.
  • Ve tu talento como la herramienta para forjar tu futuro y disfrutar de la vida.
  • Actúa bien porque tus acciones son las que hablarán por ti.
    Esas, como muchas otras palabras compartía día tras día el abuelo con su nieto, como aquella persona que golpea incansablemente un enorme mural, porque sabe que es parte de sus misiones en la vida.
    Una tarde, donde el sol irradiaba como nunca, llegó Carlos a la casa, al entrar su piel se erizó, pues no escuchaba el suave silbido cantautor del abuelo, pues sí, le llegó la hora de partir al gran señor. El llanto no se hizo esperar, el joven en ese momento sintió que su corazón se agrietó, el vacío en el estómago no le permitía pensar sobre como afrontaría la vida a partir de ese momento.
    Luego de todo lo que involucra la muerte de un ser querido, el joven se dispuso a descansar, al colocar la cabeza en la almohada sintió algo extraño, era un libro que había escrito con su puño y letra aquel maravilloso abuelo el cual se titulaba “Y guardarás mi libro debajo de tu almohada”, dicho escrito estaba compuesto por todos aquellos valores que su abuelo repitió de manera incansable a Rodolfo, quien nunca había querido escuchar.
    Pues sorprendentemente, Rodolfo decidió hacerle caso a su mentor, leyó día tras día aquellas frases que su abuelo quiso que internalizara, eso lo llevó a formar una familia y convertirse en un jugador profesional de futbol, hoy por hoy posee su propia empresa y ahora lee día tras día un fragmento de “Y guardarás mi libro debajo de tu almohada” a sus hijos.
    Espero les guste este pequeño cuento, seguimos en #ejercicio creativo propuesto por @nakary y de igual modo son bienvenidas las sugerencias y recomendaciones.
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