Visita Escolar a la Cueva del Guácharo

Los paseos escolares son una gran oportunidad para el aprendizaje de uno o más objetivos, y también para el compartir entre los alumnos y con sus docentes. Sólo por estas dos razones vale la pena el trabajo de organización que implica llevar, por ejemplo, más de 70 adolescentes a una visita fuera de su comunidad.

20150515_130618.jpg

Para nosotros, un colegio ubicado en la ciudad de Puerto La Cruz, ya es tradicional organizar para los alumnos del 5to año de bachillerato un paseo a la Cueva Alejandro De Humboldt, conocida como la Cueva del Guácharo, un conjunto de galerías de 10 kilómetros de longitud que han sido nombradas Monumento Natural y Parque Nacional para su protección. De estos 10 kilómetros sólo 1.2 están destinados al recorrido turístico. La cueva se encuentra ubicada en Caripe, estado Monagas, a tres horas y media por carretera desde Puerto La Cruz.
La preparación de un paseo implica varios pasos. El primero es determinar su costo. Actualmente, esta es la parte más difícil de llevar a cabo bajo una distorsión económica como la que se vive en Venezuela, y es la razón que impidió que se pudiese realizar la actividad este año escolar que está finalizando, a pesar de haberse realizado siempre durante los últimos siete años. Los costos implican transporte, almuerzo, refrigerios, hidratación, de todas las personas asistentes al paseo, incluyendo los choferes de los autobuses. La distancia permite obviar la estadía, que multiplicaría el costo general del paseo, impidiendo el disfrute del mismo por parte de todos los alumnos, de modo que la salida se realiza a las cinco de la mañana y se parte de regreso desde Caripe a las cinco de la tarde.

Viaje a Caripe 26-06-04 016.jpg

En nuestro caso, realizamos la actividad con alumnos de 5to Año, como complemento al estudio de las formaciones cársticas, en el área de Ciencias de la Tierra. Se procura una salida puntual, y aproximadamente a una hora de recorrido se hace una parada en la estación de servicio de La Ceiba, para desayunar y comprar hielo suficiente para las cavas. Aproximadamente en dos hora y media más, llegamos al Parque Nacional Cueva del Guácharo, a poca distancia de la población de Caripe. Al llegar a la entrada del Parque, nos reciben los guías del Instituto Nacional de Parques (IMPARQUES), quienes en su mayoría tienen muchos años trabajando como guías de la cueva y la conocen a la perfección. La entrada es económica y el parque tiene un servicio de alquiler de botas de goma, también bastante económico, para evitar ensuciar los zapatos propios dentro de la cueva. La ruta de 1.2 kilómetros se recorre por un sendero bien construido, que ha sido construido de forma armónica con la cueva, cuya primera enorme bóveda nos recibe al traspasar la entrada. El guía da instrucciones precisas sobre la prohibición del uso del flash, hasta traspasar la zona donde hay guácharos. Se escuchan los chasquidos y aleteos de estas curiosas aves por doquier.

(

Durante el recorrido, el guía va mostrando a nuestros curiosos estudiantes, todas las formaciones que se encuentran en la cueva, las estalactitas que penden del techo, las estalagmitas que parten del suelo de la cueva, las cortinas que caen como brillantes cascadas. Siendo una cueva formada a partir de la disolución de rocas calizas, posee una gran cantidad de estas formaciones, llamadas espeleotemas, que nuestro guía procura explicar con gran imaginación, mostrándonos diversas formas y adornándolas con historias para entretenimiento de todos. Además se puede observar durante el recorrido otros pequeños animales, como roedores e insectos, pequeñas plántulas y un arroyo que recorre la cueva. Al llegar a los 472 metros, distancia alcanzada por el célebre científico Alexander Von Humboldt, encontramos una placa en su honor. Seguimos caminando y pronto llegamos a la zona donde ya no se escucha el ruido del sistema de localización de los hermosos guácharos. Los guías llaman a esta parte la galería del silencio. Incluso apagan las lámparas y podemos disfrutar de la sensación de silencio y oscuridad totales.

CIMG1557.JPG

Nuestro recorrido finaliza en el salón de los Pechos; que debe su nombre a la forma de las estalagmitas que se encuentran allí. Emprendemos regreso sin dejar de sorprendernos por la majestuosidad de esta maravilla de la naturaleza. Nuestros alumnos salen cansados y contentos del recorrido, y antes de partir al acostumbrado almuerzo en restaurant El Portón de Caripe, tomamos la tradicional foto de la promoción.

IMG_20160414_145127.jpg

Aunque he visitado la cueva ya varias veces, y hemos realizado este recorrido con la misma estructura con siete promociones de futuros bachilleres, cada paseo es una experiencia diferente; cada sonrisa, cada aprendizaje, cada agradecimiento, cada expresión de alegría de nuestros alumnos nos dice que vale la pena. Espero poder volver a realizar esta experiencia para nuestros estudiantes el próximo año escolar.

Si te gusta mi publicación, te invito a votar, comentar y compartir.

edu-venezuela.png

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center