“Dímelo con una fábula, así entiendo mejor”

Ayer martes 23 de abril, la comunidad de habla española y a la vez los ingleses celebraron el día del libro o del idioma, debido a la muerte de sus queridos expositores en el arte de construir historias y transmitir situaciones culturales.

Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare, son los implicados principalmente para que la UNESCO en 1995 aprobará y proclamará esta celebración como: -Día Mundial del Libro y el derecho de autor”- También se tendrán en cuenta quienes nacieron por la misma fecha; lo importante a resaltar es rendir tributo a quienes compartieron con su pluma lo que pensó la mente e inspiró el corazón.

La mejor forma de contar historias y relatos se la debemos a dos personajes, que quizás no los tengamos en cuenta; uno de ellos es Jesús de Nazaret; quién hablo y enseño por medios de parábolas, algunos escritores, se basan en ellas para desencadenar su línea de redacción. El otro personaje es Esopo, que vivió en la antigua Grecia. Esclavo de condición, sencillo, que se ganó la libertad por medio de su inspirada pluma. Él creó la fábula, el mejor vehículo para comunicar y educar.

La fábula conduce por medio de ejemplos sencillos y fáciles de comprender por la mente tierna de un niño o de un adulto inocente, creando un relato a la par con un animal, o una situación indirecta conocida culturalmente, concluyendo con una moraleja. Veamos un ejemplo práctico de nuestro maestro Esopo. -Estando al servicio de un noble, este le pidió que preparará una carne especial para los invitados que llegarían ese día a su palacio.

Esopo corrió al mercado y consiguió una lengua de vacuno, la cual arregló lo mejor que pudo. -Es la mejor sazón que hemos probado, dijeron los comensales, ¿y porque nos ha preparado lengua en salsa? - preguntó el noble señor- me pediste lo mejor, para vuestros visitantes, recuerden que la lengua es el fundamento de la filosofía y de las ciencias el órgano de la verdad; con ella se construye, se alaba las virtudes, se exaltan las bondades.

Tiempo después el amo le volvió a pedir que se hiciera cargo de una comida para unos amigos desagradables; que de todas formas los tenía que recibir y escuchar. El noble sirviente volvió a preparar la lengua en salsa; pero esta vez la adobo con hierbas y especias amargas.

Cuando los comensales salieron de inmediato por el desplante en la sazón, el amo de Esopo, luego de felicitarlo, le preguntó: ¿por qué otra vez cocinaste lengua en salsa?¡Ah! por que la lengua es la madre de todos los pleitos, discusiones, difamaciones y separaciones que originan las guerras; con ella a veces mentimos rompiendo amistades. -

¡Por eso la mejor recomendación es enseñar con verdad a la nueva generación e incentivarlos para que siempre se presenten con una rosa y un dulce pregón, o con un libro acompañado de una delicada flor. Ah, y un abrazo virtual!