Saludos para todos!
Bueno mis amigos! en esta oportunidad les voy a contar mi traumatica experiencia durante un viaje que hice a la playa, toda una tragedia solo por querer echarme un bañito en la playa.
La semana pasada fue algo estresante, el trabajo, el jefe, el transporte, la lluvia, maduro sigue presidente, la hiperinflación, en fin… Yo dije: Nada! Este fin de semana me voy de viaje, si! Me voy para la playita, así me relajo y aprovecho de quitarme esta pava tan arrecha que tengo.
Prepare mi maletica, medí el agua y el aceite del carro y ¡partida! Me fui.
Cuando iba llegando al estado Anzoátegui se me pegan unos cólicos horribles (me había tomado un chocolate caliente en el desayuno ) ya saben de qué clase de cólicos hablo. Era una vaina arrecha, se me erizaba la piel y sentía escalofríos, no había un baño público por ningún lado.
Pero gracias a Dios que nunca me abandona, recordé que cargaba en la maleta del carro una silla plegable de mi hijo y me fue muy útil para esa emergencia.
Total, atendí el llamado de la naturaleza y seguí mi camino.
Llegando a Puerto La Cruz me encontré con una tremenda tranca, la cola de carro era tan interminable que se me hizo de noche.
La gente tenía la Avenida cerrada porque estaban protestando que no les habían mandado el bono del día de la independencia.
A las 9 de la noche fue que pude salir de la bendita tranca, empecé a buscar un hotel para pasar la noche y esto fue lo que encontré...
No había punto de ventas, así que tuve que pagar en efectivo (que dolor).
Solté la maleta y comencé a quitarme la ropa para echarme un bañito, saque del bolsillo de mi pantalón unos fósforos que me entregaron en la recepción y me dijeron que los usara si quería bañarme con agua calentica, “yo no entendí pero igual los agarre”.
Cuando entro a la ducha entiendo el rollo de los fósforos.
Llena de una y mil decepciones, me termino de bañar y me acuesto súper cansada, apenas puse la cabeza en la almohada quede dormida como un angelito.
En la mañana me despierto y tengo muchísima hambre, bajo al comedor de la posada y me sirven un sándwich, casi me pongo a llorar! Parece que le rociaron el jamón y el queso.
Volví a la habitación con más hambre todavía, empiezo a recoger mis pertenencias y a guardarlas en la cartera, Bingo! Me encontré un pedazo de pizza que había guardado el día anterior, me dio miedo comérmela asi fría y tuve que usar mi ingenio.
La plancha era de la posada y el secador si era mío. Calenté mi pedazo de pizza y borralo! Recogi todas mis cosas y me fui para la playa.
Por fiiiiinnnn! Playa sol y arena, no lo pensé mucho y me puse mi sexy traje de baño, es que cuando uno es de contextura atlética todo nos queda genial.
