Solo Venezuela Sabemos lo que es:D :D ;D jajajajaja
Las venezolanas estaan acostumbradas a los “piropos” a diario, como algo común. Los más bonitos nos suelen dar risa, pero el uso de las comillas es porque algunos confunden piropos con groserías. A esas frases las hemos dejado fuera de la lista.
Historia de una Madre (Relato de Ella) =
Los escuchamos como hijas y los escuchamos como madre. Cuando camino con mi hija de tan sólo catorce años, ya paso a ser “suegra”. Además, seamos madres o no, las frases suelen acompañarse con un “mamita” al principio o al final . Para empezar, aquí va uno que juega con las tradiciones culinarias:
Los más populares
Eres la carne mechada que rellena la arepa de mi corazón.
Y hablando de comida, hay quien se lamenta:
-Tanta carne y yo sin dientes.
-Estás más buena que comer con los dedos.
-Si cocinas como caminas, me como hasta el “pegao”.
-Si así es como lo mueves y lo bates, qué rico está tu chocolate.
-Quisiera ser mantequilla para derretirme en tu arepa.
-Uy mi amor, como que en vez de echarte talco te echaron levadura. (Y cuándo no: Mamita, ¿to’ eso es tuyo?)
-Siempre tan buena como mi Solera.
-Si yo fuera gato y tú sardina, no te dejaría ni una sola espina.
-Y hablando de criaturas marinas, ¿qué querrán decir con “Estás como pescadito en sartén”?
-Para algunos, parecería ser una cuestión de mecánica…
-Tantas curvas y yo sin freno.
-Por ti, subiría al cielo en bicicleta y bajaría sin frenos
-No dejan tema sin doble sentido
-Si así llueve, que no escampe.
-Mamacita, si así está la cola, como estará la película.
-Mi amor, estás como una casita: pequeña pero con todas sus comodidades.
-Y hablando del hogar…
-Si así es el camino… ¿Cómo será la casa?
-Están los que son pura cursilería y rima de la fácil…
-Allá van las tres Marías, la que voltee primero es la mía.
-Si mi sangre fuera tinta y mi corazón tintero, escribirla en tus venas lo mucho que te quiero.
… Que a veces, por lo menos, empiezan con un saludo cordial.
-Adiós amor mío, corazón de otro.
-Adiós corazón de coco. Si no me quieres me importa poco.
-La mención a los progenitores es común:
-Tu padre debe ser un rey, porque tiene como hija a una verdadera princesa.
-En especial, la referencia a la suegra:
-Contigo aguanto hasta a la suegra.
-Suegra, vaya con Dios, y yo, con su hija.
-Claramente, tienen una fijación con lo maternal:
-Mami, no muevas tanto la cuna que despiertas al niño.
-Además, ¡hasta usar temas médicos es recurrente!
¡Quién fuese bizco para verte dos veces!
Ó, más cursi…
-Ahora puedo quedar ciego, pues he visto lo más bello de este mundo.
Y finalmente,
-Estás como me lo recetó el médico.