No se han dado cuenta del estrés que mantenemos por culpa del tiempo, siempre corriendo sin descanso como si la vida fuera una carrera permanente, en el que perder un minuto es como perder toda la vida. Estamos tan acostumbrados al movimiento constante, al pensamiento frenético de que si no hay acción no estamos avanzando como debería ser y en ese paso agobiante se nos escapa lo valioso de la experiencia verdadera, el real sentido de la existencia. Y no es culpa de nosotros, hemos sido condicionados para actuar de esa manera, se nos ha dicho que el tiempo lo es todo, que no podemos desperdiciarlo, que ser pasivo es sinónimo de fracaso. Este tipo de pensamiento es lo que nos ha corrompido la magia de contemplar, observar y ser uno con la existencia misma.
El tiempo es efímero, es imposible determinarlo, porque en realidad, no hay pasado, presente, ni futuro, y se que es difícil tomar esto en serio, pero lo que conocemos como tiempo, es solo para que las situaciones puedan encajar en determinada época, pero el tiempo, eso que creemos tan real, no lo es, el tiempo solo existe cuando pensamos en el, nosotros le damos vida por medio del pensamiento al igual que la mayoría de aspectos de nuestra vida. En este mismísimo instante en el que estas leyendo esto, estás siendo testigo del verdadero ahora, del único momento real, ¿Te haces una idea de lo que me refiero?... No hay otro momento que este.
Nos hemos acostumbrado a hacer de cada segundo una odisea, algo que debería ser todo lo contrario. Cada momento es un regalo que él universo nos concede para que lo disfrutemos, observemos y acojamos con total receptividad, sin embargo, estamos empecinados en esquivar la realidad, la queremos lejos de nosotros creyendo que simplemente el tiempo pasa y nada más.
No hay más tiempo, momento, ni segundo que el que observas ahora, por mucho tiempo se te ha privado del privilegio que todos poseemos de ser eternos, de ser la presencia pura de nuestra existencia, él observador nato que disfruta sin preocupaciones ni estrés. Has estado viviendo con el tiempo como tu enemigo no prestando atención a lo que te hará trascender, evolucionar y crecer como ser universal.
Todo el tiempo estamos sintiéndonos ansiosos sobre el mañana, reviviendo el pasado, arrepintiéndonos por situaciones que ya pasaron, esto al final se traduce en una pérdida innecesaria de tiempo y vida. Pero es tiempo de cambiarlo. Si estas leyendo esto, te digo que siempre es momento para dar un vuelco y revelarte para descubrirte en tu totalidad y me refiero a descubrir la belleza de vivir siendo consciente, con atención plena de que este momento, es TU momento, que tu estas presente en cada segundo de lo que él universo está creando para ti, que no eres un ser dual, que eres mucho más que una división de tiempo o conceptos. Así que, toma una pausa y que sea siempre, presta atención a cada instante, vívelo con intensidad, vive tu experiencia, vive a través del universo y siéntete agradecido.
