Arnold Schwarzenegger: de ballena a pececillo.

arnold.jpg
"Cómo han cambiado los tiempos"
Ese fue el texto que Arnold Schwarzenegger adjunto a la foto que podéis observar.
Cuando era gobernador de California inauguró ese hotel con su estatua.
La administración del hotel le dijo a Arnold "en cualquier momento puedes venir y siempre tendrá una habitación preparada para usted".

Cuando Arnold renunció como gobernador y un día se quería quedar en el hotel, la administración se negó a darle una habitación argumentando que debería pagar, ya que el hotel estaba casi lleno.

Él, para simbolizar lo ocurrido, se acostó debajo de la estatua y explicó lo que quería transmitir: "Cuando estaba en una posición importante, siempre me felicitaban, y cuando perdí esta posición, se olvidaron de mí y no cumplieron su promesa. No confíes en tu posición ni en la cantidad de dinero que tienes, ni tu poder, ni tu inteligencia, eso no durará ".

El otro día, de manera casual vi esta publicación en Facebook y me hizo reflexionar.

Hoy os la traigo a steemit porque enseguida extrapolé la situación al "mundo steemit" y me hice muchas preguntas.
Hace poco descubrí que a las personas con más poder en esta red se les llama ballenas. Llegar a ser ballena supongo que habrá sido cuestión de mucho tiempo y esfuerzo entre otras cosas.

Nosotros, como pequeños pececillos en este mar, las podemos mirar como un adolescente mira a su ídolo, con admiración por lo que eso conlleva y con cierta ambición de pensar que algún día nosotros podamos ocupar esa posición.

Para qué lo vamos a negar, ser ballena y tener poder, no sólo nos asegura unos ingresos mayores, sino que llegamos a más gente, nuestros post son más leídos, nuestro poder de influencia es mayor y eso en definitiva, es alimentar nuestro ego.

Pero a donde quiero llegar es a este punto: ¿tendrá miedo una ballena de convertirse en un pececillo del montón después de haber estado navegando con los peces de la alta alcurnia en los océanos de aguas cristalinas?

Yo, que soy una persona muy optimista, siempre miro el lado bueno de las cosas: siendo pececillo siempre puedes aspirar a más y crecer, pero mantenerse en lo alto es más difícil y la caída puede ser muy dura.
Y aquí llegamos otra vez al ejemplo de Arnold y su caída.

Supongo que merece la pena arriesgarse, ¿no? Yo personalmente no soy una persona competitiva. Lo soy pero conmigo misma, me gusta superarme pero estar en competición con los demás no es algo de lo que disfrute. Me considero ambiciosa en el buen sentido de la palabra.
¿Vosotros sois ambiciosos? ¿Hay alguien aquí dispuesto a ser ballena a toda costa?

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now