Había un niño llamado Fabián con una imaginación de otra galaxia. El vivía en su mundo, un mundo de dragones, dinosaurios, unicornios y finales felices. Pero un dia todo cambio, cuando el creció dejo atrás su imaginación y se encontró en un mundo de desesperación y afición donde nadie tenia corazón. Pero una vez ante tanta desesperación se alejo a un bosque donde pidio sabiduria a Slom, su Dios. pidió por todos los niños, hizo obras maravillosas y devolvió la felicidad a muchos siendo el santa claus de corazón de miel. Recostado en su sofá, recordó todo lo que había hecho, todos los nombres que le habían puesto, entonces se dijo asi mismo: mi obra no ha terminado aun falta algo
-Pero ¿Que te falta?- pregunto su nieta- tu das sin recibir, creo que te falta un regalo abuelo.
-Santa claus respondió: EL MEJOR REGALO QUE PUEDO TENER ES VER SONRISAS Y DAR SONRISAS Y SENTIR QUE HE CUMPLIDO CON MI LLAMADO.
