Donde dejamos la pereza, ese sentimiento, ese ser, ese algo que nos ataca a momentos, hasta el ser mas activo la a tenido, la percibo la huelo en todas partes y cada vez es mas común, sobre todo en los jóvenes, en los niños (sobre ellos hablare en otro momento), como no caer en ella, si es tan seductora, está tan arraigada a nuestra cultura, que es imposible no sucumbir a sus encantos, encantos que al final se vuelven pesadillas si no sabes soltar la pereza en el momento preciso.
La ignorancia, hay Dios, toda la vida he tratado de huir de ella, me asusta, siempre impone su presencia, es perversa y nadie le gana, es ese ser que en momentos llega y molesta, para mi es insostenible, insoportable, siempre he luchado contra ella, pero cada vez es mas difícil, ya que la comunidad la ha adoptado, en ocasiones hasta yo mismo la he sentido en mi, se ha apoderado de mi, a destrozado mis ideas… Ay, lo terca que es, además en esta sociedad donde cada vez la idolatramos mas, sacamos pecho por aquello y le rendimos culto.
En la televisión la difunden como dosis personal para todos, que daño me hiciste televisión, me metiste estereotipos como que tener iPhone y vehículo es sinónimo de felicidad, pero que mentira mas piadosa, que alimento de ego mas falso, que tipo de vida mas absurda. Hace mucho sabemos donde está la felicidad, tantos personajes nos la han mostrado, pero nosotros, con nuestra “ignorancia” los hemos juzgado, los hemos matado; se dan cuenta, he vuelto a esa palabra ignorancia, que errores se cometen con dicha palabra…
