Casi pierdo a mi cachorro hoy. Y por algo tan común que todos tenemos en nuestras casas.
Los perros son muy inquietos y curiosos. Sobre todo los pug, y Bruno no es la excepcion, siempre comiendo todo lo que encuentre. Hoy al llegar a casa noto que ya no era el mismo perrito activo y jugueton de siempre, no fue a darme la bienvenida como siempre hacia, por el contrario una expresion triste estaba en su carita. Me asuste aun más al ver sangre en el piso y al ver que provenía de su boca. El corazon se me paralizo e inmediatamente busque la causa del sangrado, para mi sorpresa al abrirle la boca siento algo (aun no sabia que) incrustado en la lengua de bruno. Inmediatamente lo llevo al veterinario. Una vez con el Doctor me notifica que hay q cedarlo para extraerle el cuerpo extraño de la lengua. Cual es mi asombro que en la base de la lengua el Doctor le extrae una AGUJA completa! Una AGUJA completa con hilo y todo! Fue un milagro que no se la tragara ademas que no terminara de incrustarse ocacionandole mas daño. Ahora esta bien!! Ya comio y cambio esa carita q me partia el alma. Pero una cosa aprendi hoy, en cualquier segundo, en cualquier momento puede pasar lo impensable y cambiar nuestras vidas enormementes, hasta algo tan pequeño como una aguja. Por eso el decirle te amo a aquella persona querida, remendar el lazo roto, darle amor al salir de casa a nuestras mascotas son detalles tan escenciales que a veces extrañamos cuando ya no la podemos hacer. Aparte de todo eso tendre mas cuidado con las cosas que caen y con Bruno y mimarlo. Porque recordemos que esos angelitos de 4 patas no son solo mascotas, son familia.