Cuentos de camino

Tomar camino, agarrar viaje, alzar el vuelo... son algunas de las frases que utilizamos los venezolanos para describir que vamos de un sitio a otro, la tardanza es preparar la mochila y listo.

Carretera, acortate carretera que me ahoga, la distancia...

Aldemaro Romero

De Barquisimeto a Maracaibo, existen aproximadamente 400 kilómetros de distancia. En un trayecto de casi cuatro horas si se mantiene una velocidad promedio de 120 Km/hrs, paseas por un clima árido lleno de montañas pelonas, con vegetación xerófila propia de desierto caribeño, debajo del azul rey del cielo.

En el camino solo existen locales, paradas de camino para viajeros. Algunos poblanos a la orilla de la carretera muestran en venta la artesanía de la zona o sino ofrecen chivos y ovejos jóvenes, que pueden estar en exhibición ya sacrificados o los mantienen vivos ante la decisión del comensal interesado en comprarlos para luego preparar de ellos suculentos platos, seguramente a la llegada de su destino.

Entre estos lugares también están los odiosos puntos de control de los cuerpos de seguridad, cruces de camino donde la gente se sienta a esperar algún transporte, entre cuentos de apariciones y leyendas.

Las carreteras de asfalto en Venezuela llegaron con aparición del petróleo al principio del siglo XX. Antes todo era piedra y arena, bestia y carreta.

Hoy en dia circulan bestias abominables de cauchos numerosos que van junto a los pequeños vehículos que aun circulan en estos caminos, ya casi desolados por la carestía de repuestos que no garantiza el mantenimiento de aquellos bólidos que se atrevían a cruzar el país de punta a punta.

Pero mi cámara es necia y aunque ya la gente no pueda viajar de placer o negocio, los que podemos, retratamos el espíritu indomable de nuestra libertad en los click que nos evoca siempre a estar en movimiento.

Texto y FotografíaMario Pérez Chacín
CámaraCelular Samsung J7
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