A lo largo de la Historia la loable utilización de la pluma para expresar diversos contenidos ha sido ejercida por un elevado número de escritores/as de los/las que, sin embargo, sólo unos/as pocos/as lograron el bien merecido éxito.
Muchos/as de los/las que se quedaron atrás tenían, sin género de duda al respecto, mucho talento; incluso en algunas ocasiones, más talento que muchos otros que sí tuvieron éxito.
Y es que ya lo decía allá por 1759 el famoso escritor, filósofo, historiador y abogado francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire y uno de los principales representantes de la Ilustración:
Siendo joven conocí a tantos escritores sin dinero y despreciados por ello que me decidí a no formar parte de este grupo.
Dicho autor, cuyo talento es indiscutible, utilizó su ingenio para destacar en su época, por ejemplo, aprovechando las lagunas legales de la lotería de su país para hacerse rico.
Como sé que estarán deduciendo, el mensaje que intento transmitirles es que el oficio de escritor/a ha sido, es y será un camino difícil para ganarse la vida, aun a pesar de que puedan ser buenos en ello.
Por ello no basta con tener talento sino que además, dadas las dificultades atribuidas a la elevada competencia así como a las trabas que el propio sistema en el que vivimos nos impone, debemos utilizar todos los medios a nuestro alcance para lograr destacar.
Sumarse a las nuevas tecnologías y plataformas como Steemit pueden ser una manera de salir adelante actualmente, pero ni se conformen ni se engañen: autodenominarse escritor/a por escribir algunos artículos de dudosa calidad ortográfica, gramatical y, en definitiva, literaria, aunque te remuneren por ello, no es algo con lo que el fuero interno de un escritor de verdad debiera sentirse apaciguado.
Las soluciones que les propongo hoy para tener más posibilidades de destacar son dos: experiencia y currículum.
Sé que estarán pensando que ambos términos son algo relativos pero les voy a especificar un camino a seguir con el que obtener, no sin algo de esfuerzo por su parte, ambas cosas a la vez.
Aparte de que en la web de Escritores.org tienen una gran cantidad de información sobre recursos y herramientas varias para escritores/as, también tienen acceso directo a todos los certámenes literarios oficiales de España y América Latina.
Si son aplicados/as aprenderán muchísimo, ya que debido a lo estricto de dichos certámenes deberán extremar precauciones y consultar gran cantidad de información respecto a multitud de aspectos técnicos sobre la escritura que quizá ahora pasen por alto por comodidad o conformismo.
Deberán competir contra cientos o miles de personas, bien de su país o bien de varios países (dependiendo del concurso), y tendrán que trabajar duro para ajustarse a las bases, conseguir la perfección en sus escritos y llevarse alguno de los premios.
Premios como suculentos importes en metálico, obras de arte variadas, publicaciones en diversas editoriales o lo que para mí es aún más valioso: el reconocimiento firmado y sellado de algún/a concejal de Cultura, alcalde o superior, acreditándole su diploma como autor/a destacado/a.
Con ello pasarán a formar parte de listas oficiales de sus países e irán engrosando poco a poco su currículum con sus diversas distinciones y premios.
Y esto señores/as, es una manera de que editoriales o empresas se decidan más fácilmente a contratarles a ustedes o a sus servicios, no sólo por que posean premios sino porque, para haberlos obtenido, habrán debido seguir un duro camino para convertirse en buenos/as y experimentados/as escritores/as.