Los tatuajes son hoy en día algo muy común, basta con salir a la calle y ver una gran cantidad de personas luciendo distintos tipos de tatuajes con miles de tonalidades de colores, pero como todo lo que hoy en día es algo común, los tatuajes tienen su nacimiento hace miles de años.
El origen como tal no se conoce con exactitud porque era un arte practicado por m uchas culturas en el mundo. En 1991 fue encontrado en un glaciar, un cazador neolítico congelado, al que llamaron Ötzy de aproximadamente unos 5000 años de antigüedad, que tenía la espalda y rodillas tatuadas.
En egipto se encontraron evidencias de momias tatuadas con un trazo de puntos y líneas. Uno de los casos más famosos era el de Amunet, quien fue sacerdotisa. En otra momia también se evidenció marcas de tatuajes pero en la zona pélvica. Todos los casos fueron en momias de sacerdotisas, lo que hacía pensar que era algo exclusivo para estas personas dentro de la sociedad. Los egipcios además utilizaban el tatuaje como prevención para las enfermedades y del peligro, quizas por eso utilizaban materiales exclusivos, como el oro para hacer sus agujas. Mientras que los Aztecas tatuaban a los niños como una manera de agradecer a los dioses
En Japón el tatuaje era utilizado por los Yakuzas como símbolo de la valentía y fidelidad a la banda, de manera que mientras más tatuajes tuviese una persona, significaba que era un miembro prestigioso dentro de la mafia japonesa.
En la edad media los tatuajes fueron prohíbidos por la iglesia, porque decía que atentaba contra la imagen de Dios y que era una mutilación a su herencia. Así que los tatuajes fueron prohíbidos solo por un tiempo, debido a que los caballeros de las cruzadas eran tatuados para que así se pudiesen reconocer entre sí. Pero poco a poco se fue extendiendo este arte, gracias a los marineros, principalmente los que tuvieron contacto con las tribus de las tierras exóticas de Gabón y Nueva Guinea, quienes se tatuaban con fines religiosos y para sus ceremonias. Los polinesios llevarían el tatuaje a Norte América antes de su colonización y así fue como este arte, practicado de distintas maneras según la cultura de origen se expandió sin frenos por todo el mundo.
El tatuaje ha jugado distintos roles en las sociedades como el de marcar a los soldados para especificar su rango, marcar a las personas según su estatus social (incluso con fines discriminatorios), con fines ceremoniales para proteger tanto a los vivos como a los muestos en su travesía al paraíso, para marcar propiedad sobre esclavos, con fines seductores en las culturas orientales, incluso en la guerra civil americana ambos bandos eran marcados con tatuajes. De hecho, tatuar viene del vocablo tatau, que significa marcar algo.
El resto de la historia ya lo conocemos y sabemos la categoría que ocupa este arte hoy en día, donde hay mucha gente que no lo comparte y muchos más que lo disfrutan. Lo cierto del caso, es que se ha vuelto algo muy común en nuestras sociedades pero solo por lucir algun diseño en específico, así que ya no juega ninguno de estos papeles que mencionamos antes, es solo con fines artísticos y de placer propio.
Artículo consultado: Historia del tatuaje
