Todo comenzó hace 35 años, era un día lluvioso y mi madre me había mandado a la bodega a comprar unas cosas, la cual quedaba a 4 casas de la nuestra. En medio de reproches y quejas ya que yo no quería ir a la bodega porque me había arreglado el cabello, me había colocado los “rollos”, puesto que al día siguiente iba a participar en un concurso de belleza del colegio, y como seguía lloviendo me iba a mojar lo cual opacaría mis encantos jaja.
Así se veía mi príncipe azul jajaja.
-Él: señorita, ¿es usted Mary?
-Yo: sí, ¿por qué? -con voz tímida-
-Él: yo soy su vecino, llevo días observándola, mi familia tiene poco tiempo de mudarse al lado de su casa, yo estudio ingeniería en química en la Universidad de Carabobo (en Valencia) y vengo por temporadas a visitar a mi familia. Hace días cuando llegué, por curiosidad me asomé por la parte trasera de su casa, la observé cómo ayudaba con los oficios de a casa, quise saludarla pero no me atreví, y hoy por casualidad escuché a su mamá que la mandaba a comprar, entonces me vine rápido a ver si la alcanzaba para saludarla.
Parecía que estaba soñando y en mi sueño hablaba con el príncipe de los cuentos que leía cuando niña, sueño del cual no quería despertar.
Yo quería seguir hablando con él pero tenía apenas 13 años y él 20, lo cual nos podría traer problemas porque para ese tiempo a partir de los 16 años era que las chicas podíamos tener amigos (noviecitos) y mi mamá era muy estricta, lógicamente no lo vería bien.
Desde ese día nos veíamos a escondidas, yo me ofrecía en la casa para hacer los mandados y las compras, ya que eso me obligaba a pasar por el frente de su casa y eso me encantaba porque él me miraba y me tiraba besitos jajaja.
Todo fue tan hermoso y emocionante porque él viajaba a su universidad, y en vacaciones volvía, mientras me enviaba cartas y tarjetas de amor.
Así nos veíamos cuando nos casamos:
Lastimosamente perdimos nuestras fotos de esos tiempos pero es para que más o menos tengan una idea jeje.