¡Hola, lectores! Espero que estén excelente
Hoy me gustaría contarles un poco sobre mis experiencias y mi visión de nuestra hermosa ciudad, la capital venezolana: CARACAS.
Como en todos los aspectos de la vida y el universo, hay quienes deciden tener ciertos filtros, ciertos lentes por medio de los cuales ver la realidad, la verdad de lo que pasa. Evidentemente cada quien vive una realidad distinta, cada quien vive su propia verdad y es la única que realmente podríamos ver. (De hecho estoy leyendo un libro muy bueno al respecto, llamado "El quinto acuerdo" de Miguel y José Ruiz, padre e hijo).
Sin embargo, la perspectiva que yo escojo adoptar se inclina hacia lo positivo, a buscar siempre lo mejor (aunque siendo coherente e intentando yo mismo ser mejor cada día). Y realmente les confieso que los últimos meses en la ciudad no han sido nada fácil, así como en todo el país. Sin embargo, al mismo tiempo que hay represión, manifestaciones que se tornan violentas, arbitrariedades de ambos lados, asesinatos, abusos de poder, etc., también están pasando cosas muy positivas.
Déjenme mencionar algunas que yo logro percibir: hay muchas familias que se están uniendo más e incluso con otras para así poder surfear la ola de las oportunidades (esa que mucha gente suele llamar crisis); hay muchas personas que se están quedando en su país, por una admirable decisión personal, a construir algo sólido, visualizando tiempos mejores; cada quien a su manera se está preparando para el cambio diario que va surgiendo (al menos los que tenemos un poquito de consciencia y sueños por alcanzar); todo lo que a diario pasamos nos está poniendo a prueba, para así luego ser personas más fuertes, conscientes, preparadas y luchadoras.
Por ejemplo, cada mañana doy gracias al universo por permitirme disfrutar de la presencia del cerro Ávila y la inspiración que este me brinda. Ciertamente es un pulmón natural para toda la ciudad, una guía geográfica para todo el que llegue a la ciudad, y una fuente próspera y abundante de numerosas especies de animales y plantas increíbles. Además, una de las aventuras más fascinantes es subir el cerro hasta cualquier punto de él y luego voltear a ver la enorme ciudad, disfrutando a la vez del silencio, la pausa de la cotidianidad del caraqueño. Y por supuesto que es un espectáculo llegar a muchos de sus picos y tener a un lado la ciudad y al otro lado el mar. Es una delicia de montaña.
Por otro lado, Caracas también tiene la dicha de ser una ciudad con ambientes sumamente diversos, con una variedad cultural, gastronómica, arquitectónica, geográfica, económica y social súper fascinante. En la mañana puedes estar en Quinta Crespo comprando comida y a la hora siguiente estar en Altamira disfrutando de un café en una hermosa librería impecable, cuyo ambiente es más que impresionante. Así como también los sábados puedes hacer mercado en Chacao y el domingo almorzar en Colegio de Ingenieros en la famosa y permanente feria peruana. (Eso sí, no se pueden perder unas resueltas arepas o unos perros calientes con todo).
Claro, no se puede tapar el sol con un dedo. No la llaman "La ciudad de la furia" de gratis, tiene sus debilidades y sus peculiaridades a nivel social, económico y cultural. Sin embargo Caracas ha sido testigo desde hace 450 años de innumerables batallas individuales que unidas han formado su historia. De hecho, una de las cosas que más disfruto son los paseos por el centro de la ciudad: sentarse a tomar un café y luego caminar por calles de piedra y entre casas y edificios coloniales inolvidables. O incluso, cada día que voy a la Universidad Central de Venezuela, mi Alma Mater, disfruto cada espacio, cada ambiente, cada creación arquitectónica tan perfectamente diseñada y construida.
Me encanta hablar de mi ciudad, a la que amo. Pero para no extenderme más, les hago las siguientes preguntas:
1.-¿Conoces Caracas? Si no la conoces, ¿qué estás esperando?
2.- ¿Realmente la conoces a profundidad? ¿Qué crees que te falta conocer?
3.- ¿Cuál es tu lugar favorito de Caracas?
Espero sus comentarios, me gustaría conocer sus historias.
Y si aún no la conoces, no le temas: ella ladra y muerde duro, pero también te regala las más dulces caricias.