Vida a través de un buen Hombre

Cuentan diversas leyendas, como testigos presenciales de un piadoso labrador, que al estar al servicio de una hacienda donde escaseaban las condiciones óptimas de agua, tanto para los cultivos, como para la alimentación humana. Cierta mañana, luego de ir al improvisado templo de aquel pueblo; llegó con especial dedicación e inició con su azadón a abrir un hueco en determinada sección de rocas -ahí no va pegar la semilla, se le burlaban-

El patrón llegó hasta donde estaba el campesino, para reprender su desobediencia; porque es ese costado del terreno rocoso nunca se sembró, para su sorpresa y conversión, encontró al labriego arrodillado, dando gracias al -Señor de los Cielos- donde antes estuvo con su azadón, estaba brotando un chorro de agua, nunca antes vista. Nervioso el dueño de las tierras, salió gritando, milagro el bueno de Isidro, encontró agua limpia y fresca.

Siguieron cavando y han encontrado un gran pozo de surtiría a toda aquella región, que se estaba muriendo de sed. El patrón ordenó por sugerencia de Isidro que hicieran un puchero- para todos los trabajadores de la haciendo y vecinos alrededor. Cuando hubo estado la comida donde todos ayudaron, aparecieron curiosos, pues la alegría por el agua era contagiosa. ¿Qué vamos a hacer, a todos no les podemos servir puchero?

Isidro se arrodilló, oró a su Señor, cogió una gran cuchara, inició a darle vueltas suavemente; pidió platos y cacharros para servir; la comida alcanzó para todos los comensales presentes y además sobró para guardar a los ausentes. El 2 de junio en algunos regiones celebran el día del campesino - labrador, en memoria de este Santo Católico, pues Dios-Creador se manifestó a través de él.