Allí vivía Laura con su marido, Luigi, y sus dos hijos, Sabrina y Stefano, !
Laura, bella persona, no era exigente para las tareas del hogar y sin embargo la casa estaba impecable. No hacía la comida, su dieta consistía en un vaso de café por la mañana y otro de buen vino por la tarde. Yo abría la nevera y me pegaba mi buenos tragos de nata líquida que era poco más de lo que se encontraba. Una vez dí , en un armario con varios huevos de chocolate de Pascua y me los comí todos, Stefano se enfadó mucho conmigo.
Estuve poco tiempo apenas tres meses, pero nunca les olvidaré pues fueron muy buenos. Lloré la mañana que salí para no volver.... Siempre pienso que algún día volveré, pero quién sabe que fue de ellos, hace tanto tiempo !
