Recordando esto: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!» Lam. 3:22-24

6tag_220817-183938.jpg

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
Join the conversation now
Logo
Center