"¡Que el atardecer sea hermoso!"
Te sostuve de la mano...
¡Ojalá las bolas de festón!
Él sirvió a Dios en la tierra.
Presentándote en el papel principal
Podrías sin ellos, sin las luces de la tarde,
Su cerebro hervido, sobrecargado,
Aquí crece la escarcha.
Entre las paredes desnudas se ahogan de dolor,
El camino estaba rayado como costillas, delgados durmientes,
Estás esperando a Rennes, París, Toulouse,
Para lo que compran.
Olvidando todo en el mundo.
Y un perro grande no de pura raza.
Gran amor de cristo
Y aun así será mi cama solitaria.
