La economía de hoy día es considerada interdependiente, debido a la relación entre Estados dentro de un sistema internacional. Los negocios internacionales son mucho más complicados que los nacionales porque los países tienen muchas diferencias en sistemas políticos, económicos y legales, además los países se encuentran en diferentes estados de desarrollo económico. En los últimos treinta años, se registró un cambio muy notable en la demografía de la economía mundial, escenarios como Estados Unidos en el marco de la economía y el comercio mundial, su inversión extranjera, el dominio de las grandes empresas multinacionales estadounidenses sobre los negocios internacionales y, las economías centralizadas del bloque comunista que quedaba fuera de los límites de negocios internacionales de Occidente. En Latinoamérica, se han afianzado la democracia como las reformas de libre mercado, en gran parte de este continente se aminoraron las deudas y la inflación y los gobiernos vendieron las empresas paraestatales a inversionistas privados, se aceptó la inversión extranjera y las economías de la región se expandieron. En los últimos años, en Venezuela se ha registrado mayor participación del Estado en la industria e inversión extranjera, los gobiernos han quitado el control de los campos de gas y de petróleo a los inversionistas de otros países y han limitado los derechos de compañías extranjeras para extraer petróleo y gas de sus territorios. Venezuela, en cuanto a su economía, y específicamente en la selección de régimen y política cambiaria ha generado perturbación en cuanto a esta. El eterno debate sobre si los tipos de cambio deben ser fijos o flexibles ha crecido en los últimos años, por la crisis de los tipos de cambio en los países, como también, la integración de los mercados financieros y la liberalización de los movimientos de capital a corto plazo, es decir, con la globalización financiera, se han modificado totalmente sus bases. La realidad ha demostrado que ni los tipos de cambio fijos han sido tan fijos ni los flexibles han sido tan flexibles, la mayor parte de los países no han podido mantener unas políticas económicas que hayan sido compatibles con sus tipos de cambio y que hayan generado credibilidad suficiente.
Los negocios internacionales son mucho más complicados que los nacionales porque los países tienen muchas diferencias. Los sistemas político, económico y legal de un país son interdependientes; reciben influencias recíprocas y, con ello, inciden en el bienestar económico. Tomando en cuenta las diferencias de desarrollo económico entre los países, cada país cuenta con un INB y un PIB, los cuales fluctúan en líneas de tiempo. Bien, todo país cuenta también con un sistema político necesario, el cual se centra en determinar un mejor sistema político para lograr una buena economía. Entre esos sistemas, se encuentran las divisas y el sistema cambiario, donde, es de gran relevancia para la estabilización económica de una nación. El mercado de divisas, está integrado por diversos participantes, oferentes y demandantes. Está claro que el dólar estadounidense es la moneda más importante en el mercado de divisas, como también lo es el euro, que está en la cuarta posición de los siete pares de monedas más importantes. Para el mercado de divisas, existen dos tipos de cambio: real y nominal. En Venezuela, DolarToday lleva las estadísticas y el control o cálculo de la moneda extranjera en función del bolívar, rigiéndose por tipos de cambio DIPRO y DICOM, con los cuales podemos a partir del precio del dólar o el euro, calcular el precio real y nominal de los productos, los cuales, en algunos casos, se encuentran incluso más barato que en el país al que pertenece la moneda. La fijación de tipo de cambio es la opción más recomendable, ya que permite que el mercado de dinero se ajuste mediante variaciones de las reservas internacionales, sin consecuencia sobre la demanda agregada. La política cambiaria ha sido utilizada como instrumento de estabilización de la inflación o para la promoción de la diversificación del sector externo, sin que tal decisión haya obedecido, a la identificación de perturbaciones monetarias o reales. El impacto de los niveles y los cambios de las variables macroeconómicas sobre el tipo de cambio es directo y resulta inútil tratar de compensar este tipo de inestabilidad cuando proviene de estas variables. Tratar de introducir regulaciones e impuestos al mercado sólo aumenta las distorsiones y la incertidumbre acerca de cuál equilibrio alcanzará la economía. La economía necesita que los operadores contribuyan a formar mercado, es decir, que cumplan con la función de proveer liquidez en todo momento.
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