Escribir un poema es como bailar con una mujer, ella baila y tu la sigues, coquetea y le abres el espacio para que se expanda en el escenario. No puedes ser tú, jamás y nunca tú, es ella, la que arma la fiesta, la que baila alegremente, la que dice y se desparrama para todos lados, hermosamente y para siempre, no la contradigas, solo así, puedes lograr que sea eterna.
La siguiente, dedicada a mis amigos del mero centro de Cumaná, de Cumaná La Bella, amigos de toda la vida, mi familia.
Por esos días de ritmo
Música
Poesía
De tempestad
En los que llovíamos por dentro
Irreverentes
Amigos subrayados
Amigos locos
Sacrílegos que creíamos en nuestras cosas
Por esos días de afecto
Días perfectos
Caíamos en cardumen
Al son de la música
De la salsa, del merengue
La calle: la caída
Días de escanciar
De beber con alegría
Y no cansarse
Por esos días bohemios
Cuando era preciso creer
Tener fe en el amigo
Y disfrutar de nuestras cosas
Saborearlas y devorarlas
Por esos días yo brindo
¡Salud!