Todos los que leen esto seguramente han experimentado que algo va terriblemente mal en una computadora personal. Todos estamos muy familiarizados con la rutina: presione CTRL + ALT + SUPR para abrir el administrador de tareas y determinar qué daemon exorcizar. Además de los precargados en su máquina por el fabricante, la mayoría de los daemons indeseables probablemente infestaron su máquina a través del reproductor de música, video pornográfico o juego en línea que descargó. Es posible que haya instalado un programa que solo ha utilizado una vez, pero el daemon que lo acompaña estará "vivo" en el fondo de su máquina para siempre , posiblemente espiar sus datos, crear ventanas emergentes, o simplemente ser un gran enemigo en el peor camino.
Los escritores de Avenue Q estaban equivocados. Resulta que Internet en realidad no es tan bueno para el porno.
Realmente no se puede culpar al usuario promedio por no saber nada mejor. Es completamente plausible, por ejemplo, pensar que alguien podría cometer el error de conectarse a un punto de conexión WiFi de un aeropuerto falso y aceptar la descarga de un "programa de acceso" que procede a cargar múltiples procesos en segundo plano maliciosos. Estos daemons luego permiten que su propietario lo observe a través de su cámara web y controle su actividad, si no se descubre, para siempre. ¡Solo un error es todo lo que necesita!
La idea de descargar algo de Internet que, subrepticiamente o no, luego procede a instalar un proceso en segundo plano en su máquina, data de hace décadas a algunos de los primeros sistemas operativos.