Conoce las diferencias entre las casas de cambio centralizadas y las descentralizadas

Con la proliferación y el auge de las criptomonedas creció también la necesidad de contar con nuevos espacios donde poder movilizarlas, negociarlas y resguardarlas. Surgieron de esta forma las empresas de intercambio, principales canales para hacer negociaciones con criptomonedas e intercambiarlas por dinero fíat o por otras monedas criptográficas, que con el tiempo han venido incorporando variadas funciones.

Estas nuevas plataformas de intercambio comenzaron a operar como negocios centralizados, con características semejantes a las de un banco, ello a pesar de que, por antonomasia, las criptomonedas se conciben como descentralizadas. Sin embargo, el mismo crecimiento del ecosistema ha propiciado el avance de las plataformas de intercambio descentralizadas.

Se han desarrollado así dos categorías de plataformas de intercambio: las centralizadas (CEX) y las descentralizadas (DEX), cada una con características y propiedades particulares.

Bajo el esquema centralizado funcionan muchos intercambios reconocidos, como Coinbase, Bittrex, Poloniex, Kraken, Bitfinex, Bitstamp y Binance, entre otros. Se trata de plataformas donde un intermediario, en este caso una empresa específica, interviene en la relación entre dos personas que desean hacen un intercambio de criptomonedas.

A medida que el mercado de criptodividas fue creciendo, los primeros negocios de intercambio centralizado que surgieron comenzaron a cumplir funciones que las acercaron más a la clásica intermediación financiera de resguardo que cumplen los bancos, pero más adaptada al criptomundo.

Esta intermediación incluye la conversión de dinero fiduciario a moneda digital, una de sus actividades destacadas, debiendo interactuar con entes regulados para poder operar con las paridades entre dinero fiduciario y criptodivisas. Con el surgimiento de las altcoins, se fue avanzando hacia el intercambio entre pares criptográficos.

Se ofrecen además diferentes tipos de carteras para guardar el dinero, incluso con custodia asegurada. Tal como hace Coinbase, una de las casas de cambio centralizada , que asegura los fondos hasta por $250.000, y recientemente lanzó nuevos productos para la custodia e inversión en criptomonedas.

Se trata de opciones que se han ido incorporando a la mayoría de las grandes plataformas y que facilitan las actividades de trading para un mercado más amplio, lo que las ha hecho muy populares. Poseen, por ende, gran volumen y liquidez, contrarrestando la volatilidad, aunque tienen el control de la información registrada en los libros de pedidos y en las transacciones realizadas.

El respaldo es otra de sus ventajas. Como entes intermediarios estas casas de cambio pueden ayudar al usuario en caso de pérdidas de contraseñas y datos clave, por supuesto siempre a través de la verificación de información.

Pero el manejo de los datos de identificación del usuario tiene una contraparte, porque al estar estas empresas sujetas a regulación, deben adoptar el cumplimiento de normas contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, a través de la política “conozca a su cliente” (KYC).

De esta forma, los clientes, al registrarse, tienen que entregar una significativa cantidad de información personal, que debe ser verificada y que queda a disposición de la empresa. Este hecho, a pesar de la promesa de privacidad, siempre deja abierta la posibilidad de robo de identidad.

Algo que caracteriza a las plataformas centralizadas es que el usuario no es dueño de las criptomonedas que adquiere o intercambia, pues no tiene la llave privada de los fondos. Además, los datos y operaciones realizadas se mantienen en un servidor centralizado.

Esto trae como desventaja una mayor vulnerabilidad ante los ataques informáticos y el riesgo de estafa por parte del ciberdelincuentes. Sobre ello, hay experiencias que han dejado sabores amargos para los inversionistas.

Un ejemplo emblemático es el caso de Mt.Gox, una de las pioneras en el intercambio que controlaba más de 70% de las transacciones con bitcoins, donde miles de personas perdieron su dinero debido a la desaparición de 850.000 bitcoins en 2014 (en 2017 se encontraron 200.000 de ellos).

En Mt.Gox hubo una mezcla de los dos riesgos, el hackeo y la estafa, debido a que, en primera instancia, el director ejecutivo, Mark Karpelès, denunció haber sido víctima de un ataque a la plataforma. Aunque luego las investigaciones detectaron posibles alteraciones de los balances de activos, que llevaron a acusaciones de robo.

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