Conozca los negocios del “candidato evangélico” con el chavismo

Al anunciarse la fecha del fraudulento proceso donde Nicolás Maduro buscaría ser legitimado, saltó a la luz el pastor venezolano Javier Bertucci anunciando que participaría en las presidenciales
Prensa Rumbo Libertad, Valencia

El pastor Javier Bertucci anunció el domingo 18 de febrero que se postulaba para las elecciones presidenciales del 22 de abril en Venezuela, buscando captar el voto opositor. “El clamor de un pueblo ha subido al cielo, no solamente de un pueblo cristiano sino un pueblo con hambre (…) creo que es algo orgánico, algo que Dios quiere hacer”, dijo el candidato que formalizó su aspiración ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) la semana pasada. Bertucci es líder de la iglesia Maranatha, una organización protestante fundada por él mismo y anunció su aspiración presidencial frente a cientos de devotos que se conmovieron hasta las lágrimas durante una ceremonia religiosa en el estado de Carabobo.

Bertucci dijo que tomó esta decisión “espiritual” y no política “junto al Espíritu Santo” y tras creer oír a Dios, aunque adelantó que pondrá de lado su título y responsabilidades de carácter religioso, sin dejar de predicar su fe, para emprender esta carrera de 63 días hacia la primera magistratura.

La candidatura de Bertucci llega en un momento en el que otras propuestas políticas similares están empezando a dibujar el mapa de un fenómeno regional en América Latina. El éxito de Fabricio Alvarado en la primera ronda de las presidenciales en Costa Rica y el auge de los candidatos religiosos en las próximas elecciones que se celebrarán en El Salvador son algunos de los casos que han hecho saltar la alarma respecto a movimientos que centran su discurso en la familia tradicional y se oponen a los progresos en materia de derechos humanos como el aborto o los derechos de las personas LGBTI. No obstante, el caso de Bertucci es particular: su candidatura se presenta en una elección que es desconocida y catalogada como ilegítima por la Unión Europea, el Grupo de Lima, Estados Unidos y varios países latinoamericanos. Además, su prontuario no es precisamente santo y está repleto de ilícitos y conexiones con el castro-comunismo venezolano.

CORRUPCIÓN Y VÍNCULOS CON EL CASTROCOMUNISMO
De buenas a primeras, el Pastor Bertucci fue señalado en 2017 como uno de los implicados en el caso de PanamaPapers. La investigación realizada en ese momento lo señalaba de haberse beneficiado del control cambiario venezolano y del lavado de dinero. El pastor desmintió las acusaciones que se le han formulado en el marco de la investigación periodística conocida como Panama Papers, indicando que no tiene bienes de fortuna, que no posee empresas ni cuentas bancarias en el exterior y que todas las donaciones que se le hacen a su Iglesia son enteramente voluntarias.

No obstante, la evidencia indica lo contrario: en la investigación se reveló que el Pastor socio de Stockwin Enterprise, empresa registrada en Panamá, con la que intentó importar carne para venderla en los barrios venezolanos, operación que se habría realizado con la anuencia del régimen. Igualmente figura como socio de una empresa vendedora de equipos médicos radicada en Miami, EE.UU y recientemente creó una empresa en República Dominicana, llamada Agropecuaria Los Cedros, según el registro del 25 de septiembre de 2017. Una compañía del mismo nombre existe en el estado Yaracuy, en Venezuela, y es representada por Bertucci. Una causa judicial mercantil revela que en 2012 esa compañía formó un consorcio para la explotación y comercialización de madera con una cooperativa del estado Bolívar, operación que habría ocurrido con la anuencia del gobernador chavista de ese estado para aquel momento: Francisco Rangel Gómez.

Asimismo, el 8 de febrero, la hija mayor de Bertucci, Raquel Rebeca Bertucci Barrios, de 22 años, conformó una empresa en el estado de Florida llamada Alimentos Los Llanos, Corp., que se suma al entramado de negocios de la familia. “Por el tipo de operaciones que tienen estas empresas y el hecho de que funcionan estrechamente con el sistema cambiario o en sectores muy controlados por el gobierno, encuentro muy difícil que pudiesen existir u operar sin que tuviesen una buena relación con por lo menos varios altos funcionarios”, explica Dario La Fuente, abogado mercantil.

Pero el mayor foco lo tiene la propia organización que preside el pastor: la Iglesia Maranatha que es un un consorcio religioso-empresarial presente en 26 países de Latinoamérica, además de España. La organización ha sido acusada de obligar a sus feligreces a hacer donaciones en capital y controla el programa de televisión “El Evangelio Cambia” que transmiten dos canales de la TV venezolana en las madrugadas.

Sin embargo, sin duda, el incidente más oscuro que involucra a Bertucci es el de la causa por contrabando de combustible de julio de 2010, desde el puerto de Puerto Cabello, en el estado Carabobo.

En esa ocasión el predicador fue aprehendido y enjuiciado debido a que la empresa Tecnopetrol, que presidía, intentó exportar un supuesto solvente denominando Tecsol, que según las experticias resultó ser combustible diesel. Bertucci fue, poco días después beneficiado por una medida sustitutiva de la privación de libertad, que le otorgó el beneficio de casa por cárcel, pese a que los tipos penales eran de mucha gravedad.

La aspiración del candidato extremista a la presidencia no es reconocido por la iglesia evangélica, quien a través de un comunicado manifestó que no tiene candidatos, por lo que utilizaría su movimiento religioso propio para tratar de captar adeptos, que lo lleven a conquistar el poder político, aún a sabiendas de que en el simulacro electoral la victoria de Nicolás Maduro se encuentra garantizada por el mismo Consejo Nacional Electoral que controla en su totalidad el chavismo.javierbertucci-sp-23022018-830x546.jpg

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