La belleza externa es un parámetro erróneo de la verdadera sencillez femenina.

La belleza externa es un parámetro erróneo de la verdadera sencillez femenina.
Cuando hablamos de belleza, según Ciencia Popular vía internet nos dice que “La belleza no se define, se reconoce. Es una cualidad, un concepto, un sentimiento, que se caracteriza por su relatividad: no hay un criterio universal a pesar de que existen aproximaciones a lo absoluto, acercamientos a la perfección que no existe más que como ideal. Muchos estudiosos consideran que la belleza es lo que resulta agradable a los sentidos y que por consiguiente causa placer, pero no todo lo que nos causa placer tiene por qué ser bello.” Se dice que la belleza humana desde la prehistoria, la Humanidad ha venerado la belleza de su propio cuerpo, variando su percepción con el paso de los siglos y su localización. Debemos entender que la belleza es como cada individuo desea verla, no es un concepto universal, ni una guía para estudiar, ni mucho menos leyes o pasos argumentativos que cumplir.
Según George Sand; escritora francesa, expresa que “la belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma.” Encontramos actualmente el constante enfoque erróneo de una belleza superficial en vez de una belleza provocada por una buena energía, una creencia natural femenina genuina de su propio encanto. Se dice que estamos acostumbrados a admirar a la gente por su belleza externa. El vestido que llevan, su dinero, sus coches y no nos preocupamos realmente por lo auténtico; la belleza interior, según Blog de WordPress.com; vía internet. Quienes continúan argumentando que “como sabemos la cara es el espejo del alma. Sólo cuando una persona es feliz se encuentra bien consigo misma, con su cuerpo, con su trabajo, con la familia, los amigos y todo lo que le rodea. El que está feliz internamente se siente bien y está claro que eso lo notamos todos externamente. Eso es la belleza interior.”
Encontramos actualmente muchos casos de mujeres que se han dejado llevar por un concepto erróneo de la verdadera belleza femenina dejándose llevar solo por lo exterior, por un buen cuerpo, “buenos” comentarios o “falsos criterios” de su físico, un mejor implante de senos que en vez de una verdadera sonrisa, un mejor concepto de ella misma que de los demás o mucho más importante, un mejor espíritu con alma libre que de solo ella dependa su felicidad.
Conozco el caso de una chica, amiga cercana a la familia, que vive de fama por ser la más “bella”, según dicen, de todas sus amigas. Es una mujer de 30 años con implante de senos grandes, implante de trasero sofocante, pestañas postizas, uñas hechas todo el tiempo, con Botox en sus labios y cachetes. En muchas oportunidades de hablar y compartir con ella, todavía es impactante el ultimo comentario que se escuchó de sus labios: “¿Tener hijos? Jamás. Perdería todo lo que tengo y me hace. Quiero tener mi barriguita tan planita como la tengo ahorita. Me conformo con mis sobrinos e hijos de mis amigos”. Cabe destacar que su barriga esta así por operación de Liposucción, su más sagrada obra de arte. Cuesta aceptar tales comportamientos, y no solo de ella, sino de muchas como ella. Me cuesta creer que una cabeza humana esos tipos de pensamientos tan superficiales existan, que destruyan lo más hermoso de una mujer, su sencillez.
Estamos hechas de hierro, de una fuerza sobre humana, podemos con todo, somos auto eficiente, podemos resolver un nudo de zapato, soportar un mal momento y aun así, superarnos. Somos capaces de ir diez veces y regresarnos el doble. Soy consciente de una mujer sencillamente espectacular que sin operaciones es perfecta, mi madre. Porque no somos las muchas operaciones, somos de las cicatrices que quedan cuando nos caímos pero aun así nos levantamos y seguimos.
Hay una palabra muy linda en la Biblia en Proverbios 31: 27 – 31 que dice:
27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. 28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba: 29 Muchas mujeres hicieron el bien; Más tú sobrepasas a todas. 30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. 31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.
Se ve reflejada la madre esforzada aquella que intenta y da lo mejor que tiene en sí para que nada malo les pase a los que están a su alrededor, su familia. Me encanta que a Dios mismo le interese ver más en nosotras el poder que tenemos de superarnos, en vez de enfocarnos en una belleza física que con los años acaba, más la belleza interior se rejuvenece cada día más.
Ricardo Pasos Marciaq, escritor y maestro de filosofía del arte, le ha dedicado buena parte de su obra y magisterio a este apasionante tema de la belleza de la mujer y una entrevista compartió sus reflexiones en una primera pregunta: ¿En qué consiste la belleza de la mujer?
“Consiste, primero, en afirmarse como mujer. Una mujer que se afirma como mujer y se apropia de su yo, está afirmando su modalidad de ser, es decir su auténtica belleza, vale decir, una mujer que cultiva su mismidad y la llena de cualidades que le serán inherentes. No necesita ser una Barbie o tener un rostro tipo la Gioconda, no, basta que sea ella misma a plenitud en toda su enteridad. Eso es fundamentalmente, para mí la belleza de una mujer.
Claro está, esa integridad y ese dedicarse a ser mujer quiere decir cultivar todas las dimensiones de su inteligencia, y cultivar su cuerpo en la medida de lo posible, cultivar sus conocimientos de historia, no por erudición, sino por saber qué papel juega ella en el mundo, en su civilización y su cultura. Esa armonía entre su ser y hacer, entre su sentir e inteligir, esa armonía de integralidad, creo yo, es lo bello en la mujer.”
Esto confirma lo que decía sobre una que no todo lo de una mujer es su implante de senos es lo que hay detrás de eso, consiste en su sencillez, su poder, su confianza, y algo que me llena de tristeza es que muy pocas mujeres que se consideran orgullosas de ese factor tan importante que las caracteriza sino que prefieren verse perjudicadas por la belleza externa, según la revista Corentt, desarrollo personal, expresa en un artículo llamado, “La belleza externa es un producto de la condición interna” que en relación a la belleza física, esta puede manipularse exteriormente o crearse desde el interior. Porque en realidad la belleza física es un producto de una condición interna. Y no habla de que la belleza es interna. Habla de que la belleza exterior es una habilidad.
Llevando a cabo otra pregunta que le hicieron a Ricardo Pasos Marciaq, escritor y maestro de filosofía del arte, la cual fue: ¿Qué es la belleza cotidiana de una mujer?
“La sencillez cotidiana de la belleza de la mujer consiste en su mujereidad, ¿qué quiero decir con esto?, en que sea instante a instante mujer. La belleza cotidiana de una mujer es su espontaneidad, es decir, su recreación de sí misma constantemente, la elaboración perenne de su mismidad.”
En resumen, intento dejar un mensaje positivo a todas las mujeres que en algún momento de su vida se negaron a ser ellas mismas por los parámetros que el concepto de belleza trae. Sin comparaciones, ser nosotras es la verdadera “perfección”. Belleza es ser nosotras mismas. No hay mejor aventura que reinventarnos, y lograr amarnos.
“Algo que creo que no entendemos es que la belleza es solo un concepto. Si te dices a ti misma que eres hermosa, lo eres. Porque la belleza no es algo asequible. Si tú crees que eres linda, entonces lo eres. Así que, no dejes que alguien te diga que no eres hermosa, porque la belleza no es ni siquiera algo real. Es solo una idea. No dejes que esa idea sea tan insistente en tu mente. Y mucho menos, dejes que esa tan pequeña e insignificante idea cambie tu propia definición de belleza. Todas somos hermosas de una manera diferente.”
“Que tus adornos no sean externos, pero deja que tu adorno sea tu corazón”. - 1 Pedro 3:3-4.

Katherine Fuenmayor,
UPEL - IPB
Venezuela.

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