El tiempo no te perdona [Reflexión]

El tiempo sigue pasando y él, no te perdona. No le interesan en lo más mínimo tus errores y defectos; no le importa si hiciste lo correcto o te equivocaste; no le afecta si te enamoraste mil veces o si te rompieron el corazón aún más. El tiempo sigue en lo suyo, pasando; lo hace de distintas maneras: algunas personas ven al tiempo en forma de reloj, con las manecillas recorriendo el mismo camino por toda la eternidad; otras, miden el tiempo en metas: una vez que miras atrás y notas cuánto has cambiado, te das cuenta que el tiempo ha pasado por ti... a través de ti.

Algunos otros deciden medir al tiempo en forma de besos, de caricias, de sonrisas y momentos. Se quedan con los mejores tiempos e intentan guardarlos en una caja de seguridad. Sin embargo, cuando el tiempo pasa, se lleva a cualquiera con él: olvidamos o, mejor dicho, no queremos hacernos a la idea de que eso sucede. La memoria se hace vaga y los recuerdos se van esfumando, hasta que no quedan más que migajas de amor, gotas de recuerdos y granos de sentimientos perdidos.


Yo, a veces mido al tiempo en forma de palabras: las de canciones, las de poemas, las de libros, las de los gritos callados, las de los "te amo" apagados. Y sin importar cómo mida al tiempo, nunca me perdonará. Seguirá riéndose de cada uno de nosotros, de la mejor manera que sabe hacerlo: pasando.

El tiempo no te perdonará nada, pero tú, sí puedes hacerlo.

-Dann Axkaná.


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