Decía el apóstol Santiago 1,19: ´´Sean prontos para oír y tardos para hablar´´
Tomado del libro: No se disguste por pequeñeces. Por R.Carlson y E.Sálesman
El arte de saber escuchar a los demás es algo difícil de adquirir, pero produce después muy provechosos resultados. Existen personas que son de poca palabras y sin embargo su trato es muy agradable porque tienen el don de saber escuchar a los demás. Un sabio afirmaba. Las personas amables, convierten en oro las palabras que nosotros decimos. Muchos en cambio, por no darle importancia a lo que dicen los demás, no tenemos un trato que sea muy agradable para ellos.
No basta con no interrumpir. Dice el libro de los Proverbios18, 13: ´´Responder antes de acabar de oír lo que otro acaba de decir, es falta de prudencia´´
Algo que trae ganancia. Volvernos un poquito más lentos en responder y aprender a escuchar mejor, nos ayuda a convertirnos en individuos más calmados y menos imprudentes en las respuestas. Esto nos libra de muchas presiones y hasta desgastes nerviosos.
Por R.Carlson y E.Sálesman
En este mundo que actualmente vivimos, a todos nos gusta hablar con alguien que nos escuche de verdad lo que le estamos contando. Debemos convertirnos en personas que sabemos oír mejor a los demás, eso no solo aumentara la paciencia, sino que mejorara mucho la calidad de nuestras relaciones humanas.