Animalandia / Los Caprinos

Estando en Capitanejo-Santander, conocida como la capital Caprina de Colombia, disfrutamos de un delicioso plato de cabrito que contiene Pepitoria, que es una preparación a base de la sangre y las vísceras del mismo cabrito. Considerado y declarado como patrimonio cultural inmaterial de la región.

Los Caprinos son una rica fuente de ingresos en la región, que agrupa a más de 20 municipios y veredas, jugando un papel importante en la economía, cada una de sus partes son benéficas y utilizables; hablando de la leche, el cuero y la carne; que es muy apetecida por los lugareños y los visitantes.

Roso es un chivo joven bastante travieso y maloso, además de entrar a donde nos le es permitido; pues hace parte de los habitantes del restaurante, sin embargo, cuentan que se come todo lo que encuentra a su paso; de ahí el dicho: “Quién cabros cría, va a juicio cada día”

Josef se ha enamorado de esta raza caprina, llegando a tener decenas de ellos como criadero para obtener ganancias, dice que cuando están pequeños se le puede tener cerca de la casa, luego que van creciendo su instinto travieso se alborota y los mantienen en corral y cada día los dejan libres en el monte, para que no se vayan a traumar.

Los Caprinos tienen un sin número de dichos y comparaciones con seres humanos que actúan en semejanza, pareciera que no pudieran razonar al igual que estos domésticos ejemplares, que son muy utilizados, como hemos descrito anteriormente. Hemos reunido algunos de los dichos más populares, a manera de espejearnos con sus actos y los nuestros.

Las personas que los crían y los conocen, saben que tienen que estar alertas pues por donde pasan todo lo pueden llegar a destrozar; de igual manera puede suceder con un muchacho o una muchacha joven, que no se les haya enseñado a ser cuidadosos con las pertenecías propias y del hogar; de ahí que les digan: “destrozón como una cabra”

A estos inquietos e inquietas se les atribuye el descubrimiento de los granos del café; ocurrió a Kaldi un pastor etíope; cierto día a la hora de su siesta, las dejó libres en el monte, y al despertar las vio eufóricas, nerviosas y más traviesas que de costumbre, durándoles varias horas aquella emotividad. Al otro día las siguió y descubrió que era lo que comían.

En los Alpes europeos, habitan los Rebecos o Gamuzas, de la raza de los Caprinos; son estimados en la región por la destreza que poseen en sus pezuñas, que son finamente versátiles; pues logran subir a una persona que estimen a sus lomos, por peñascos resbaladizos; de ahí su posición en una marca de cervezas bastante popular en Eslovenia.