Sobre la polémica derivada por la sanción de CONATEL al Programa Calma Pueblo.

Quiero referirme a la polémica derivada por la sanción de CONATEL al Programa Calma Pueblo y a estación La Mega.

En Venezuela no hay forma de garantizarnos la salud de forma individual, aunque suene raro la intimidad tampoco. La crisis es profunda, con enfermedades controladas desde principios del Siglo XX se nos muere la gente, hay casos de niños desnutridos en un volumen que hubiera reventado las alarmas y la polémica pública en cualquier sociedad medianamente seria; y, casi todos hemos recurrido a las redes sociales para solicitar medicamentos, propios y extraños deben saber que tenemos un furúnculo anal porque tenemos explicar para qué son las medicinas.

Vemos los dramas de pacientes diabéticos, de cáncer y cardíacos; no solo es que no hay las medicinas, las hay a precios dolarizados y tenemos ingresos de risa y llanto. Muchos venezolanos tienen grabada la calaverita en la frente, vemos sus rostros, pero como que no vemos la calavera.

Las colas invisibles para estudios médicos y cirugías electivas son más graves que las de la caja matapueblo, esa cajita llamada CLAP. Son miles los casos, familias enteras en dolor.

Decir que alguien falleció de “Muerte Natural” es un insulto, porque sí, es normal que la gente fallezca, todos vamos a morir; pero la tasa de mortalidad aumentó por efectos de la eficiencia de la dictadura en su plan para dominarnos y por la traición de los electos –sí, electos en elecciones- a dirigirnos para el cambio.

Ante la miraba morbosa de la élite política y la risa del enchufado a través del cristal de un vaso de whisky nos asesinan de muchas formas, el caos del sistema de salud es solo un método más de aniquilación y dominación.

Lo bueno, sí, hay algo bueno: Hemos demostrado que los buenos somos más, nos hemos ayudado y apoyado buscando medicinas y hasta camas. Nos damos palabras de aliento, estamos más pendientes de nuestros seres queridos -familiares y amigos-, nuestros sacrificios ante las desgracias nos ha unido más, incluso, con personas que no conocíamos.

En fin, sé que no hablé de la polémica de moda, tampoco quería hacerlo, solo quería que leyeras esto y –posiblemente- comprendas cuál es la verdadera polémica-país que deberíamos estar gritando con todas nuestras fuerzas.

Siempre habrá quien tenga problemas más graves que los tuyos y los míos, pero, en Venezuela, son millones.

Gracias por leer hasta aquí.

Julio Jiménez Gédler
@Juliococo

Aparecido originalmente en nuestra pagina del Movimiento DSD Venezuela

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